Historia de Javier Cappiello

En la década de 1960, mientras el Ford Mustang cosechaba éxitos de ventas, la casa de Michigan también impulsaba un proyecto abocado a un deportivo de producción que pudiera competir en las categorías FIA Grupo 3 y SCCA A-Production, según artículo de la web “Autoevolución”.

El primer “bosquejo” que fue materializado se llamó Mustang Mach 2, y luego adquirió el nombre definitivo de Mach 2A. Este vehículo se basó en un chasis convertible Mustang de 1967. Sin embargo, tras extensas pruebas en carretera con resultados poco satisfactorios, el Mach 2 fue rediseñado a finales de 1967, dando lugar al Mach 2B. Este modelo mejorado estuvo a punto de entrar en producción entre 1970 y 1972, pero no logró obtener la aprobación final.

Paralelamente al proyecto Mach 2B, Larry Shinoda, un diseñador que había abandonado General Motors, desarrolló su propia versión del proyecto, conocida como Mach 2C. A diferencia de los demás conceptos, el Mach 2C de Shinoda rompía completamente con la estética del Mustang y se asemejaba más a un superdeportivo puro del futuro.

Lamentablemente, el Mach 2C era solo un concepto estático, sin tren motriz. De haber llegado a producción, probablemente habría estado disponible con la gama de motores V8 de alto rendimiento de Ford. Las expectativas eran altas: se planeaba construir entre 500 y 1.500 unidades Mach 2 por año, con un precio de etiqueta que no superara los $7.500 (equivalentes a unos $66.000 actuales) para competir con el Corvette.

Al igual que los otros prototipos Mach 2, la propuesta de Shinoda para el Mach 2C fue rechazada por la gerencia de Ford. La impresionante bestia con motor central nunca llegó a las pistas de exhibición, quedando relegada al recuerdo como un sueño de superdeportivo no realizado.

El legado del Ford Mustang Mach 2C
A pesar de no haber llegado a producción, el Ford Mustang Mach 2C sigue siendo un vehículo fascinante que nos recuerda la audacia e innovación de Ford en la década de 1960. Su diseño futurista y su ambicioso planteamiento técnico lo convierten en una pieza clave dentro de la historia del automovilismo, un recordatorio de lo que pudo ser y no fue.

¿Qué habría pasado si el Mach 2C se hubiera producido? Es imposible saberlo con certeza, pero sin duda habría tenido un impacto significativo en el mercado de los deportivos. Su diseño innovador y su rendimiento potencialmente alto lo habrían convertido en un rival formidable para el Corvette. Si bien nunca llegó a las calles, sigue siendo un vehículo legendario que captura la imaginación de los entusiastas del motor en todo el mundo. ¿Te gustaría que este proyecto resurja y sea llevado a la producción en serie con la tecnología actual?

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