Un fuerte sismo de magnitud 6,8 ​​sacudió el domingo el oriente de Cuba, después de semanas de huracanes y apagones que han dejado a muchos en la isla conmocionados. No hubo reportes inmediatos de daños o de personas heridas.

El epicentro del sismo se localizó aproximadamente a 40 kilómetros (25 millas) al sur de Bartolomé Masó, Cuba, según un informe del Servicio Geológico de Estados Unidos. Registró una profundidad de 23,5 kms (15 millas).

El temblor se sintió en toda la zona oriental de la isla, incluso en ciudades más grandes como Santiago de Cuba. No quedó claro de inmediato si el terremoto provocó daños materiales o heridos.

“La gente salió a la calle, está todavía sentada en la puerta, muy nerviosa”, dijo a The Associated Press por vía telefónica Yolanda Tabío, una ama de casa de 76 años que vive en el reparto Sueños de la ciudad de Santiago de Cuba. “Había que ver cómo se movía todo, las paredes, todo”.

Tabío indicó que había percibido al menos dos réplicas pero entre sus amigos y familiares no había reportes de daños en construcciones en Santiago, la segunda urbe cubana.

“Hubo muchos gritos. Fue fuerte y extendido”, manifestó, por su parte, a la AP la hermana Enma Castillo del Arzobispado de Santiago. La pequeña localidad del EL Cobre a donde se encuentra el Santuario de la Virgen del mismo nombre, patrona de Cuba, tampoco sufrió afectaciones.

El oriente cubano suele sufrir sismos de manera recurrente. El movimiento no fue perceptible en La Habana, ubicado al otro extremo del país, el occidental.

Cuba atravesó dos ciclones en menos de un mes: el primero, Oscar, fue particularmente destructivo precisamente en el este de la isla dejando ocho muertos en Guantánamo; el segundo, Rafael, golpeó la pasada semana la zona de occidente. También se vivieron colapsos en el sistema energético nacional que dejaron prolongados apagones.