El exfiscal general William Barr, quien sirvió durante el gobierno de Donald Trump, afirma que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador perdió el control de México a manos del narcotráfico.
“Fui allí un par de veces para ver si podíamos endurecer la columna vertebral de este presidente [López Obrador] que cree en los abrazos, no en las balas, y están perdiendo”, dijo en Fox News. “Han perdido el control del país, en mi opinión”.
Aunque parecía una buena relación con la Administración del expresidente Trump, las palabras de Barr evidencia cierto rompimiento con México sobre la forma de enfrentar el narcotráfico, algo que el mandatario López Obrador ha modificado con el presidente Joe Biden, a través del llamado Entendimiento Bicentenario.
Las palabras de Barr fueron en una entrevista en Fox News, canal particularmente crítico de México en distintos frentes, sin importar quién esté al frente del gobierno.
Barr fue cuestionado sobre la violencia en Nuevo Laredo y otras ciudades a pocos kilómetros de los Estados Unidos, el principal país consumidor de drogas, a donde llegan cargamentos no solamente de México, sino de América del Sur, Centroamércia y Asia.
El exfiscal dijo que la seguridad fronteriza era su principal preocupación cuando fue parte del equipo de Trump, además de criticar a la vicepresidenta Kamala Harris por fallar en su papel, aunque ella no es responsable de la seguridad fronteriza.
“Los cárteles tienen decenas de miles de millones de dólares a su disposición. Pueden corromper a quien quieran allí y tienen ejércitos, literalmente ejércitos que son cada vez más paramilitares, vestidos como militares y vehículos blindados”, reconoció Barr.
Aseguró que la violencia en la frontera con México debería preocupar a EE.UU., aunque no dijo cómo podría enfrentarse el narcotráfico en México, luego de más de 30 años de gobiernos de ambos lados con logros mínimos contra cárteles.
Barr escribió un libro con el que está de gira en EE.UU. y aunque apunta con el dedo a otros políticos, su gestión como fiscal dejó mucho que desear, ya que contribuyó al retraso en cortes migratorias, por ejemplo, que actualmente superan 1.6 millones de casos acumulados.
También formó parte de un gobierno que permitió la invasión al Capitolio el 6 de enero del 2021 por parte de seguidores del expresidente Trump.