En febrero de 2023, investigadores del Conahcyt (Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías) y el Colegio de la Frontera Sur reportó por primera vez el hallazgo de un agujero azul en la bahía de Chetumal, en el estado mexicano de Quintana Roo. En ese momento, era considerado como el más profundo del mundo (274,4 metros).
Recientemente, el mismo equipo detalló que se encontró un nuevo agujero azul que supera los 420 metros por debajo del nivel del mar, sin contar la profundidad del mismo. Debido a sus condiciones, las autoridades mexicanas lo nombraron ‘Taam Ja’ que, en lengua maya, significa ‘Agua Profunda’.
El agujero ‘Taam Ja’ tiene ciertas similitudes a las de un cenote –una perforación en la tierra inundada de origen kárstico–; estos últimos en su mayoría se pueden hallar semiabiertos o subterráneos o en una gruta. Los agujeros azules del mar, se encuentran totalmente sumergidos, y la mayor cantidad de agua tiene características salobres o marinas.
En su investigación, los científicos emplearon un instrumento perfilador CTD (conductividad, temperatura y profundidad, por sus siglas en inglés) para medir la columna de agua en el interior del agujero azul. Lo más interesante es que, al interior del mismo, se hallaron “diferentes capas de agua y zonas de transición”, refiere el comunicado de prensa del Conahcyt.
Y agregó: “Las características del agua en las profundidades del agujero azul se asemejaron a las que han sido reportadas en el mar Caribe a profundidades de 0-150 m, lo que sugiere la probable existencia de conexiones subterráneas entre la bahía de Chetumal y el mar Caribe a través de este agujero azul”.
Según los expertos, analizar el agujero azul permitirá conocer los procesos tanto físicos como químicos, biológicos y geológicos que tienen los sistemas kársticos –erosión de agua en piedras calizas– en el sureste de la península de Yucatán.