BEIJING (AP) — El gobierno chino el jueves defendió su uso de Twitter y Facebook tras un informe de que utiliza su presencia creciente en las redes sociales para difundir desinformación sobre los orígenes de la pandemia de COVID-19.
La vocera de la cancillería china Hua Chunying no respondió en forma directa a las denuncias sobre el papel del país en la difusión de desinformación sobre el virus. Pero dijo que el informe era exagerado y que China tiene derecho a usar las redes sociales.
Una investigación de Associated Press en colaboración con el Laboratorio de Investigaciones Forenses Digitales del Atlantic Council halló que figuras políticas poderosas y medios aliados tanto en China como Estados Unidos, Rusia e Irán inundaron el globo con desinformación sobre el virus.
El informe conocido días atrás sostiene que funcionarios chinos reaccionaron contra la versión —alimentada por el entonces presidente estadounidense Donald Trump y otros— de que el virus había sido fabricado en China, una posibilidad que descartan por la mayoría de los expertos.
Preguntada sobre el informe de AP en su conferencia informativa diaria en la cancillería, Hua dijo que algunos en los países occidentales como Estados Unidos no quieren escuchar la voz objetiva y real de China.
“Temen que más gente conozca la verdad para que ya no puedan difundir información falsa inescrupulosamente y hacer todo lo que quieran para engañar y monopolizar la opinión pública internacional”, acotó.
La reacción china consistió en difundir rumores de que el virus había sido creado en un laboratorio militar de Estados Unidos y liberado durante una competencia internacional de atletas militares en Wuhan, la ciudad china donde se detectó por primera vez el nuevo coronavirus a fines de 2019.
La búsqueda de los orígenes del virus se ha vuelto un asunto político. Trump quiso culpar a China, en parte para desviar las críticas a su gobierno por la manera como enfrentó la pandemia en Estados Unidos.
A su vez, China ha difundido informes de que el virus circulaba fuera del país antes del brote en Wuhan, insinuando que llegó del exterior.
La determinación del origen del virus probablemente requerirá años de investigación y tal vez nunca se sepa. La hipótesis más probable, según la mayoría de los científicos, es que la transmitieron murciélagos en el suroeste de China o el vecino sudeste asiático a otros animales, que a su vez lo transmitieron a los seres humanos.