Santiago de Chile, 2 abr (EFE).- Chile llegó este jueves al millón de casos de la covid-19, con la pandemia más desbocada que nunca, los hospitales al borde del colapso, el 83 % de la población confinada y las nuevas variantes haciéndose fuertes, lo que obligó a las autoridades a cerrar las fronteras durante todo abril.

“Estamos viviendo momentos muy complejos de la pandemia no solo en Chile sino en todo el mundo” reconoció el vocero del Gobierno, Jaime Bellolio.

“Hemos debido tomar medidas más estrictas con el único objetivo de cuidar a las personas”, agregó en rueda de prensa.

CIERRA FRONTERAS

El cierre de fronteras, que será efectivo el próximo 5 de abril y durará al menos hasta el 1 de mayo, se esperaba desde hace unos días, cuando desde los gremios médicos y la oposición empezaron a poner el grito en el cielo ante el imparable avance de la pandemia.

Chile ya aplicaba desde hace unos días duras restricciones para los turistas, que tenían que llegar con un PCR negativo y pasar una cuarentena de 5 días en un hotel especial costeado por su bolsillo para luego continuar otros 5 días de encierro en su hospedaje elegido.

Desde el lunes, se prohibirá tanto la salida al extranjero de chilenos y residentes -salvo que lo necesiten por motivos urgentes, de carácter humanitario o tratamientos de salud- como la llegada de turistas al país, mientras que a los camiones que ingresen por tierra se les exigirá un test PRC negativo.

Se trata del segundo cierre de fronteras que decreta Chile -con 19 millones de habitantes- desde que comenzó la pandemia tras el que estuvo vigente entre marzo y noviembre del año pasado.

“Lo estábamos pidiendo desde hace meses, es una medida un poco tardía, pero la agradecemos, nuestra vigilancia de los pacientes que vienen del extranjero es muy débil”, aseguró en la prensa local el secretario general del Colegio Médico, José Miguel Bernucci.

También se anunció el adelanto del toque de queda a las 21.00 horas, se restringieron las actividades económicas que son de primera necesidad y se limitaron los permisos individuales que pueden pedir los ciudadanos para salir a la calle durante la cuarentena, unas medidas que buscan reducir la movilidad en un 30 %.

Desde la Cámara de Comercio de Santiago criticaron estas medidas, que calificaron como discriminatorias hacia los pequeños y medianos empresarios e indicaron que puede haber “inconstitucionalidad”.

RÉCORD DE CASOS

La segunda ola comenzó en diciembre con la llegada del verano y se agravó a finales de febrero, el mes por excelencia de las vacaciones, aunque lo cierto es que Chile nunca llegó A controlar el primer brote, que vivió su momento más crítico entre junio y julio pasados, cuando la red hospitalaria estaba al límite y la tasa de positividad rondaba el 40 %.

En marzo, sin embargo, se han batido todos los récords de la primera ola.

En las últimas 24 horas, se registraron 7.830 nuevos casos, la cifra más alta de la pandemia, y 193 muertos, lo que eleva el balance total a un millón de infectados y 23.328 decesos, a los que habría que añadir casi 8.000 fallecidos que son sospechosos de haber muerto por covid-19 pero no cuentan con la confirmación de un PCR.

También marcaron máximos los casos activas, con 42.915 personas que puedan contagiar, y el número de personas que están ingresadas en unidades de cuidados intensivos (2.729).

“Manifestamos nuestra preocupación por cuatro regiones que siguen aumentando de forma muy importante sus casos: Valparaíso, la Región Metropolitana (a la que pertenece Santiago), O’Higgins y Maule”, admitió el ministro de Salud, Enrique Paris.

CARGA DE LA ENFERMEDAD MÁS ALTA

Según un informe de la Universidad de Chile, la Universidad Católica y la Universidad de Concepción -tres de las más prestigiosas del país-, la carga de la enfermedad en la última semana es un 28 % más alta que en el peor momento de la pandemia en 2020.

“Es importante que entre todos paremos esta pandemia”, pidió Paris.

El agravamiento de la pandemia, que obligó al Gobierno a proponer aplazar a mayo las elecciones municipales, regionales y constituyentes del próximo 11 de abril, transcurre en paralelo a un exitoso proceso de vacunación, gracias al cual más de 6,7 millones de personas han recibido al menos una dosis y que ha colocado a Chile entre los tres países con mayor porcentaje de población inoculado.

Los expertos señalan que el trepidante ritmo de vacunación podría haber jugado en contra de Chile y haber llevado a la población a un exceso de confianza, a lo que se suma el cansancio tras un año con restricciones.

(c) Agencia EFE