Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, señaló a Ismael Mario Zambada García, alias “El Mayo”, como el mayor narcotraficante del mundo, y al cártel de Sinaloa como el mayor proveedor de drogas en EE. UU. ¿Cómo consiguió el cártel tanto poder? Un análisis.

Fundado en México

El cártel se fundó a finales de la década de 1980 en el estado mexicano del mismo nombre, Sinaloa. Junto con los estados vecinos de Durango y Chihuahua, la región se conoce como el “Triángulo de Oro del narcotráfico” porque allí viven los capos mexicanos más importantes y sus familias.

Los fundadores del cartel

“El Mayo” es considerado uno de los miembros fundadores del cártel. Junto con los hijos del capo de la droga, Joaquín “El Chapo” Guzmán, habría ejercido el control de la organización.

“El Chapo”, creador del cártel, es conocido por sus espectaculares fugas de prisión. Fue detenido por primera vez en Guatemala, en 1993, extraditado a México y condenado a 20 años y nueve meses de prisión.

Pero en 2001, el capo de la droga se fugó de la prisión de alta seguridad de Puente Grande, en el estado mexicano de Jalisco, en una furgoneta de lavandería. Fue detenido de nuevo en 2014 y logró fugarse a través de un túnel de la prisión mexicana de máxima seguridad de Mazatlán (Sinaloa) un año después.

En 2016, seis meses después de su segunda fuga, fue arrestado de nuevo por investigadores mexicanos y extraditado a la justicia estadounidense un año después. Ahora está recluido en la prisión de máxima seguridad ADX Florence, en Colorado (EE. UU.).

Cómo ocurrió la detención de “El Mayo”

Según los medios, “El Mayo”, de 76 años, fue detenido gracias a un engaño. Por consejo de un miembro de alto rango del cártel, Zambada habría embarcado en un avión privado con la intención de inspeccionar los campos de cultivo ilegal de drogas en México.

Sin embargo, en lugar de dirigirse hacia el sur, el avión viró hacia el norte y aterrizó en El Paso (Texas). Allí fueron detenidos “El Mayo” y el hijo de Guzmán, Joaquín Guzmán López.

Guerras de la droga y aumento del poder

Mientras las autoridades estadounidenses llevaban la guerra contra las drogas de los carteles colombianos en la década de 1980, México surgió como proveedor de estupefacientes para EE. UU. El Cartel de Sinaloa construyó túneles y corredores de contrabando, además de impulsar sobornos.

En la década de 1990, la intensificación de la lucha del gobierno mexicano contra la mafia de la droga provocó el debilitamiento y la fragmentación de los cárteles del país. Sinaloa pudo imponerse en esta lucha frente a la competencia de los cárteles de Tijuana y Juárez y reforzar su posición.

Cuatro facciones independientes

El cártel está dividido en cuatro facciones. Una estaba dirigida por “El Mayo”; la segunda, por los hijos de Guzmán, “Los Chapitos”; la tercera, por el hermano de Guzmán, Aureliano; y la cuarta, por Rafael Caro Quintero, detenido en el norte de México en 2022.

En el último informe anual de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) se detalla su estructura: “Los cuatro grupos no tienen líder. Son independientes entre sí, pero cooperan entre ellos”. Sin embargo, “las luchas internas por el poder y las alianzas cambiantes ponen en duda la viabilidad del ‘modelo paraguas'”.

Beneficios gigantescos

Sinaloa opera actualmente en más de 50 países. Su principal objetivo es EE. UU., donde el cártel controla la mayor parte de las drogas que se introducen desde México, en particular marihuana, cocaína, heroína y metanfetamina. Se calcula que sus beneficios anuales oscilan entre los 3.000 y los 39.000 millones de dólares.

Lucha contra el fentanilo

El cártel de Sinaloa está acusado de ser responsable, junto con el Cártel de Jalisco Nueva Generación, del tráfico ilegal de fentanilo en EE. UU. Este opiáceo sintético es un analgésico entre 75 y 100 veces más potente que la morfina.

Su uso indebido como estupefaciente es cada vez mayor en el país norteamericano. Según estimaciones de las autoridades, en 2021 murieron en EE. UU. unas 70.000 personas por consumo no médico de fentanilo. Esto convierte al opioide en la causa más común de muerte en la población estadounidense de entre 18 y 45 años.

(ju/rr)

Autor: Astrid Prange De Oliveira

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