Boeing se declarará culpable de un cargo de fraude penal derivado de dos choques de aviones 737 Max que mataron a 346 personas, después de que el gobierno concluyera que la compañía incumplió un acuerdo que la había protegido de ser procesada durante más de tres años, según indicó el domingo por la noche el Departamento de Justicia.
Fiscales federales dieron la opción a Boeing la semana pasada de declararse culpable y pagar una multa como parte de su condena, o bien ir a juicio por el delito penal de conspiración para defraudar a los Estados Unidos.
La fiscalía acusó al gigante aeroespacial estadounidense de engañar a las autoridades reguladoras que autorizaron el avión y los requisitos de instrucción de pilotos para manejarlo.
El acuerdo, que aún requiere la aprobación de un juez federal para entrar en vigencia, pide a Boeing que pague una multa adicional de 243,6 millones de dólares. Es la misma cantidad que pagó según el acuerdo de 2021 que la empresa infringió, según el Departamento de Justicia. Se nombrará un observador independiente para supervisar sus procedimientos de seguridad y calidad durante tres años. El acuerdo también requiere que Boeing invierta al menos 455 millones de dólares en sus programas de seguridad y cumplimiento normativo.
La declaración de culpabilidad sólo cubre infracciones de Boeing antes de los choques de los dos nuevos aviones Max, en los que murieron los 346 pasajeros y tripulantes. No le da inmunidad a Boeing por otros incidentes como el desprendimiento de una sección de fuselaje de un avión Max de Alaska Airlines durante un vuelo en enero, señaló un funcionario del Departamento de Justicia.
El acuerdo tampoco cubre a ningún trabajador actual o antiguo de Boeing, sólo a la corporación. La firma confirmó en un comunicado que había llegado a un acuerdo con el Departamento de Justicia, pero declinó hacer más comentarios.
En un documento judicial presentado el domingo por la noche, el Departamento de Justicia dijo que esperaba presentar el acuerdo de culpabilidad por escrito ante la corte para el 19 de julio. Los abogados de algunos familiares de los fallecidos en los dos siniestros han dicho que pedirán al juez que rechace el acuerdo.
“Este acuerdo ventajoso no reconoce que debido a la conspiración de Boeing murieron 346 personas. A través de una hábil labor legal entre Boeing y el Departamento de Justicia, se están ocultando las consecuencias letales del crimen de Boeing”, dijo Paul Cassell, abogado de algunas de las familias.
Fiscales federales alegaron que Boeing conspiró para defraudar al gobierno al dar información engañosa a los reguladores sobre un sistema de control de vuelo que se vio implicado en los choques, ocurridos en Indonesia en octubre de 2018 y en Etiopía menos de cinco meses después.
Como parte del acuerdo de enero de 2021, el Departamento de Justicia dijo que no procesaría a Boeing por ese cargo si la empresa cumplía algunas condiciones durante tres años. La fiscalía alegó el mes pasado que Boeing había incumplido los términos de ese pacto.
La declaración de culpabilidad se presentará en una corte de distrito en Texas. El juez que supervisa el caso, que ha criticado lo que describió como “escandalosa conducta criminal de Boeing”, podría aceptar el acuerdo y la sentencia propuesta por la fiscalía o podría rechazar el acuerdo, lo que probablemente llevaría a nuevas negociaciones entre el Departamento de Justicia y Boeing.
El caso se remonta a los choques en Indonesia y Etiopía. Los pilotos de Lion Air en el primer siniestro no estaban informados sobre el software de control de vuelo que podía empujar hacia abajo el morro del avión sin su intervención. Los pilotos de Ethiopian Airlines conocían su existencia, pero no pudieron controlar el avión cuando el software se activó basándose en información de un sensor que fallaba.
El Departamento de Justicia acusó a Boeing en 2021 de engañar a los reguladores de la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) sobre el software, que no existía en modelos 737 antiguos, y sobre cuánta formación necesitarían los pilotos para manejar el avión con seguridad. El departamento aceptó no procesar a Boeing en su momento, si la empresa pagaba una indemnización de 2.500 millones de dólares, incluida la multa de 243,6 millones, y tomaba medidas para cumplir las leyes contra el fraude durante tres años.
Boeing, que culpó a dos empleados de bajo nivel de engañar a las autoridades reguladoras, intentó dejar los choques atrás. Tras dejar los aviones Max en tierra durante 20 meses, las agencias supervisoras permitieron que volvieran a volar después de que Boeing redujera el poder del software de vuelo. Los aviones Max hicieron miles de vuelos seguros y los pedidos de aerolíneas crecieron, a unos 750 en 2021, unos 700 más en 2022 y casi 1.000 en 2023.
La firma con sede en Arlington, Virginia, vende a docenas de aerolíneas en todo el planeta. Entre los mejores clientes del 737 Max están Southwest, United, American, Alaska, Ryanair y flydubai.
Eso cambió en enero, cuando una pieza que cubría una salida de emergencia en desuso salió volando de un Max durante un vuelo de Alaska Airlines sobre Oregon.
Los pilotos aterrizaron el 737 Max con seguridad y nadie sufrió heridas graves, pero el incidente aumentó el escrutinio sobre la empresa. El Departamento de Justicia abrió una nueva pesquisa, el FBI dijo a los pasajeros del vuelo de Alaska que podrían ser víctimas de un crimen y la FAA dijo que incrementaría su supervisión sobre Boeing.
Una condena penal pondría en peligro la posición de Boeing como contratista del gobierno federal, según algunos expertos legales. El acuerdo anunciado el domingo no aborda ese aspecto, lo que dejaría en manos de cada agencia del gobierno decidir si veta a Boeing.
Agencias