Samuel “Sam” Bankman Fried, fundador de la colapsada empresa de criptomonedas FTX, se declaró “no culpable” ayer en Nueva York en ocho cargos de fraude y otros delitos financieros.
Bankman, quien se encuentre libre con una fianza de $250 millones de dólares, había sido extraditado desde Bahamas donde fue detenido a mediados de diciembre, acusado de defraudar a clientes e inversores. Si es declarado culpable enfrenta hasta 115 años de prisión en el juicio fijado para comenzar el 2 de octubre.
El acusado de 30 años enfrenta ocho cargos de fraude electrónico, fraude de valores y conspiración en un tribunal federal de EE.UU. en el Distrito Sur de Nueva York.
FTX fue alguna vez considerado uno de los intercambios de criptomonedas más grandes y confiables. Pero los fiscales alegan que, bajo la dirección de Bankman, FTX transfirió miles de millones de dólares en activos de clientes a su empresa comercial, Alameda Research.
Bankman compareció inicialmente ante el tribunal neoyorquino el 22 de diciembre, luego de su extradición desde Bahamas, donde estuvo detenido desde el 12 de diciembre. Tras pagar la millonaria fianza en Manhattan se trasladó a la casa de sus padres en Palo Alto (California), desde donde viajó para su cita de ayer en el tribunal. Ambos padres son profesores en la Facultad de Derecho de Stanford.
Según el testimonio judicial del nuevo director ejecutivo de FTX, John J. Rayo, la empresa gastó los fondos de los clientes de innumerables maneras, incluido el comercio de criptomonedas, inversiones de capital de riesgo, compras de bienes raíces en Bahamas, más de mil millones de dólares en préstamos a ejecutivos de FTX y casi 80 millones en contribuciones políticas.
Los exejecutivos de Alameda y FTX, Caroline Ellison y Gary Wang, se declararon culpables de cargos relacionados con su papel en el colapso de la empresa, acotó Yahoo Finance.
Además de los ocho cargos federales, los reguladores de Wall Street también acusaron a Bankman de estafar a los inversores. Los fiscales dicen que el ex jefe de criptografía cometió “uno de los mayores fraudes financieros en la historia de Estados Unidos”.
El regulador de Wall Street -Securities and Exchange Commission (SEC)- le acusó de orquestar un sistema que apuntaba a estafar a los inversores. “Afirmamos que Sam Bankman Fried construyó un castillo de naipes fundado en el engaño, señalando a los inversores que se trataba de uno de los sistemas de criptomonedas más seguros”, declaró en un comunicado en diciembre el presidente de la SEC, Gary Gensler.
La agencia estadounidense que fiscaliza los productos financieros derivados (CFTC) también presentó una querella acusando al empresario de fraude y declaraciones falsas. Bankman hizo varias apariciones en medios antes de su arresto, pese al riesgo de ser procesado por fraude tras la caída de la firma que a inicios del año era valorada en $32,000 millones de dólares, recordó Deutsche Welle.
Agencias