Funcionarios de la Casa blanca dijeron a sus partidarios que se comprometerán a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos la mitad para fines de la década, según personas familiarizadas con los planes.
Esta semana, la Casa Blanca ha estado notificando a sus partidarios que el presidente Joe Biden declarará el objetivo de reducir a la mitad las emisiones del país para 2030, al tiempo que presiona para transformar vastos sectores de la economía y se convierte en un líder en la lucha global contra el cambio climático, según dos personas informados por funcionarios de la Administración que pidieron no ser identificados discutiendo asuntos privados.
La reducción del 50% con respecto a los niveles de 2005 representaría casi el doble del objetivo climático para 2025 establecido por la Administración Obama. Una de las personas dijo que el Gobierno actual estaba tratando de evitar establecer un objetivo numérico.
Estados Unidos también podría comprometerse a trabajar para lograr recortes aún más profundos, dijo una de las personas. Eso refleja un enfoque que adoptó la Administración Obama en 2015, cuando estableció un recorte de entre 26% y 28% para 2025.
La Casa Blanca declinó hacer comentarios.
Lograr la reducción en la escala que se está planificando requerirá hacer cambios radicales en la generación de energía, el transporte y la manufactura, y será parte de un impulso global para evitar que la temperatura global promedio aumente más de 1,5 grados Celsius.
Biden describirá el objetivo como parte de la reincorporación de Estados Unidos al acuerdo climático de París, al tiempo que se prepara para una cumbre el jueves y viernes con los líderes de hasta 40 naciones, diseñada para fomentar una mayor ambición en la reducción de carbono. La promesa anterior de Estados Unidos, hecha bajo el expresidente Barack Obama cuando se firmó el pacto en 2015, fue reducir las emisiones entre 26% y 28% para 2025.
Es probable que el nuevo objetivo complazca a los ambientalistas y defensores del clima, que habían instado a la Casa Blanca a establecer una meta de por lo menos 50%. Sin embargo, la medida también podría enfrentar críticas de otras naciones que se han fijado objetivos más ambiciosos y se muestran escépticos con respecto al compromiso de EE. UU. en su lucha contra el cambio climático después de que el presidente Donald Trump se retirara del pacto y relajara las restricciones a las emisiones.