Por Shannon Pettypiece – NBC News
WASHINGTON – El presidente, Joe Biden, duplicará los fondos para que las comunidades se preparen para eventos climáticos extremos de cara a esta temporada de huracanes, la cual advierten los meteorólogos será más activa de lo usual.
Biden hizo el anuncio este lunes en la sede de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA por sus siglas en inglés), donde fue informado de las proyecciones para la temporada de huracanes. Biden también anunció un nuevo sistema de recolección y análisis de datos climáticos de la NASA para ayudar a comprender y rastrear los efectos de la emergencia climática, dijo la Casa Blanca.
“No vamos a escatimar en gastos ni esfuerzos para mantener a los estadounidenses seguros y responder a las crisis cuando surjan, y ciertamente surgirán”, dijo Biden. “Ahora es el momento de prepararse para la época de desastres naturales más activa del año en Estados Unidos: la temporada de huracanes en el sur y el este, y la temporada de incendios en el oeste”.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés) predijo una “temporada de huracanes en el Atlántico superior a lo normal” la semana pasada, sin embargo, los meteorólogos no esperan el nivel histórico de tormentas del año pasado.
El Gobierno, que ha estado tomando una serie de medidas para abordar los efectos de la emergencia climática, busca tomar una respuesta más proactiva que reactiva. Biden firmó una orden ejecutiva la semana pasada que ordena a las agencias federales que identifiquen y revelen cómo sus programas se verán afectados por los cambios a largo plazo en el clima.
Los 1,000 millones de dólares que anunció la Casa Blanca el lunes financiarán un programa llamado Construcción de infraestructura y comunidades resilientes, que busca ayudar en la preparación frente eventos climáticos extremos y otros desastres.
La Casa Blanca dijo que el año pasado Estados Unidos sufrió 22 desastres meteorológicos y relacionados con el clima, con pérdidas que superaron los 1,000 millones de dólares cada uno, con un precio acumulado de casi $100,000 millones.