La Casa Blanca difundió este lunes la imagen de cientos de afganos huyendo dentro de un avión militar de Kabul, donde los talibanes se han hecho con el poder tras la retirada de las tropas estadounidenses y amenazan, pese a sus promesas, con imponer de nuevo un régimen fundamentalista y acabar con la vida de quienes ayudaron durante 20 años de conflicto a combatirlos.
El presidente, Joe Biden, autorizó el despliegue de 5,000 soldados en la capital afgana para facilitar la evacuación del personal estadounidense (aún quedan miles de personas allí) y de “los afganos que ayudaron a las tropas durante su misión y de aquellos que están en especial riesgo por el avance de los talibanes”. Esta operación, iniciada la semana pasada, ha permitido viajar a Estados Unidos por ahora a 1,200 afganos, que recibirán visados especiales de inmigrante; cientos más esperan su documentación.
Malala Yousafzai, activista y premio Nobel de Paz, quien recibió un disparo en la cara de parte de los talibanes por recibir una educación, publicó un video el lunes en el que le pide al presidente, Joe Biden, que dé un paso firme para proteger a estos refugiados. “Tiene mucho por hacer”, aseguró la activista, de 24 años, sobre la responsabilidad de Estados Unidos y otros países aliados en la protección de los afganos.
Entre los demócratas más liberales ya se han escuchado las voces del senador Bernie Sanders o la representante Alexandria Ocasio-Cortez insistiendo en que se facilite la acogida de refugiados afganos en Estados Unidos, un pedido al que se sumó el expresidente republicano George W. Bush, quien inició este conflicto en 2001, tras el ataque terrorista del 9 de septiembre contra Washington, D.C. y Nueva York.
Agencias