CABO CAÑAVERAL, Florida, EE.UU. (AP) — Un asteroide que fue embestido por una sonda espacial de la NASA está dejando ahora una estela de miles de kilómetros de polvo y escombros causada por el impacto.

Los astrónomos capturaron la escena a millones de kilómetros de distancia con un telescopio en Chile. Las observaciones dos días después del ensayo de defensa planetaria del mes pasado fueron dadas a conocer recientemente por un laboratorio de la Fundación Nacional de Ciencia de Estados Unidos en Arizona.

La imagen muestra una cola similar a la de un cometa con una longitud de 10.000 kilómetros (6.000 millas), formada por polvo y material diverso expulsado del cráter dejado por el impacto.

Esa estela se está alejando aceleradamente del asteroide, en gran parte por la presión de la radiación solar, dijo Matthew Knight, del Laboratorio de Investigaciones Navales de Estados Unidos, que hizo la observación junto con Teddy Kareta, del Observatorio Lowell, usando el telescopio SOAR (Southern Astrophysical Research Telescope), en Chile.

Los científicos esperan que la cola se haga aún más larga y se disperse más, volviéndose tan tenue que será indetectable.

“En ese momento, el material será como cualquier otro polvo que flota en el sistema solar”, dijo Knight el martes en un correo electrónico.

Se planean más observaciones para determinar cuánto y qué tipo de material fue expelido de Dimorphos, un satélite menor de 160 metros que orbita un asteroide más grande, Didymos.

Lanzada hace casi un año, la sonda espacial DART de la NASA fue destruida en la colisión. La misión de 325 millones de dólares para desviar la órbita del asteroide fue un ensayo para el día en que un cuerpo espacial grande se dirija a la Tierra. Dimorphos y Didymos nunca representaron ni representan un peligro para el planeta, dijo la NASA.

Este artículo fue publicado por primera vez en Los Angeles Times en Español.