Este lunes, Estados Unidos incautó el avión que utilizaba el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, tras considerar que su adquisición violaba las sanciones estadounidenses, entre otros asuntos criminales, según dos funcionarios.
Se trata del más reciente episodio de una relación fría de larga data entre Washington y el país sudamericano, y parte de las investigaciones en curso del Gobierno estadounidense sobre las prácticas corruptas del Gobierno venezolano.
“Esto envía un mensaje a la cúpula”, le dijo uno de los funcionarios a CNN. “Incautar el avión de un jefe de Estado extranjero es un hito en asuntos criminales. Estamos enviando un mensaje claro de que nadie está por encima de la ley, nadie está fuera del alcance de las sanciones estadounidenses”.
El este avión fue confiscado en República Dominicana, donde había estado los últimos meses, y este lunes aterrizó en Florida a las 11:38 a.m. ET. El avión ha sido descrito por funcionarios estadounidenses como el equivalente venezolano del Air Force One y ha sido fotografiado en anteriores visitas de Estado de Maduro en varias partes del mundo.
La aeronave es un Dassault Falcon 900EX con un valor estimado de US$ 13 millones y tiene capacidad para 16 personas. Su velocidad crucero es de 892 kmh y puede volar hasta 8.334 kilómetros. A modo de referencia, el avión presidencial estadounidense tiene capacidad para 102 personas y autonomía para volar hasta 12.600 kilómetros.
CNN