Esperanza y desilusión recorren Venezuela. En estas elecciones se decide entre la continuidad del chavismo, que lleva 25 años en el poder, o el cambio prometido por una oposición a la que las encuestas le dan amplia ventaja. Y aunque 21 millones de personas pueden votar, el número se reduce a 17 millones debido al éxodo de venezolanos que decidieron buscar mejores oportunidades en el extranjero.
Los centros electorales abrieron desde muy temprano, 6 de la mañana, hora local, y estarán abiertos hasta las 6 de la tarde, aunque el lapso de votación puede extenderse de ser necesario.
El izquierdista Nicolás Maduro, en la presidencia desde 2013, busca un tercer mandato de seis años cuando el país apenas pone un dedo fuera de la crisis económica y humanitaria que contrajo la economía en un 80% y empujó al éxodo millones de personas. Diferentes organismos internacionales estiman que al menos 7,7 millones de venezolanos se encuentran en el exilio. Estas cifras ubican al país en el tercer lugar de migraciones forzadas, detrás de Siria y Sudán.
Oposición
El principal rival de Maduro es el diplomático Edmundo González Urrutia, hasta hace poco desconocido, que representa a la carismática y popular líder opositora María Corina Machado, impedida de postularse debido a una inhabilitación política.
Maduro presenta estas elecciones como un momento decisivo para elegir entre “paz o guerra”. Poco antes había advertido que un triunfo de la oposición puede llevar a un “baño de sangre”, lo cual le valió críticas del presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, y de Chile, Gabriel Boric, entre otros.
Otros ocho candidatos disputan los comicios, pero recogen pocos votos, según los sondeos.
Con AFP