BUENOS AIRES (AP) — Los argentinos concurrían el domingo a votar en unas elecciones legislativas en las que el oficialismo se expone a perder el control del Congreso, lo que condicionaría los dos años de mandato que le restan al presidente Alberto Fernández.

El gobernante Frente de Todos –compuesto por distintas corrientes del peronismo y otras fuerzas progresistas– actualmente controla el Senado y es primera minoría en Diputados. Si como vaticinan las encuestas la coalición opositora de centro-derecha Juntos por el Cambio se impone en la mayoría de los distritos, el oficialismo se verá obligado a negociar cada iniciativa que envíe al Parlamento.

Hay 34,3 millones de ciudadanos habilitados para elegir 127 diputados nacionales en todo el país, lo que representa la mitad de las bancas de la Cámara de Diputados, y 24 senadores nacionales en ocho provincias, equivalente a un tercio de la Cámara Alta.

La mayoría de los analistas pronostican un voto “castigo” contra el gobierno de Fernández por la profundización de la crisis económica y la imparable inflación.

La pobreza afecta a más del 40% de unos 45 millones de habitantes -entre los niños supera el 50%-; el desempleo roza el 10% y la inflación de octubre fue de 3,5% respecto del mes anterior, con lo que acumula 41,8% en el año. Argentina se sitúa como el segundo país de la región con mayor aumento del costo de vida después de Venezuela.

El apoyo al gobierno también ha mermado por la sucesión de casos de inseguridad, por escándalos que salpicaron a Fernández durante la pandemia del nuevo coronavirus -como la violación por su parte y de allegados de las restricciones sanitarias- y las desavenencias públicas del presidente con su vicepresidenta y exmandataria Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015).

Tras depositar su voto, la argentina Elsa Veliz, de 57 años, dijo a The Associated Press que “hay que mejorar la seguridad… están robando por todos lados, y es algo que a todos nos toca”.

Veliz, vendedora en una feria comercial, señaló además que “el que está arriba tiene que ponerse bien los pantalones, porque no es nada fácil… uno tira para acá, diez para allá, nunca nos ponemos de acuerdo”.

Al relativizar los efectos adversos que los resultados de los comicios puedan tener sobre su gobierno, Fernández afirmó tras depositar su voto que “mañana es lunes y la Argentina continúa y hay que seguir trabajando por construir el país que hace falta que construyamos”.

Luego dijo en entrevistas periodísticas que los argentinos “simplemente determinan cómo se componen Diputados y Senadores” y que en el caso de que el resultado no sea el esperado para el gobierno, no tiene pensado realizar cambios en el seno del gabinete.

En 2019 Fernández de Kirchner promovió la candidatura presidencial de Fernández, quien logró aglutinar detrás de sí a distintas corrientes dentro del peronismo, hasta ese entonces divididas, para impedir la reelección del presidente conservador Mauricio Macri (2015-2019).

AP