La madrugada del 5 de enero de 2023, el ruido estruendoso de los helicópteros Black Hawk artillados con M134 Minigun, cimbraban el suelo de la comunidad de Jesús María, en Sinaloa. Muchos sabían que ahí, además de ser tierra franca del narcotráfico, era el hogar de Ovidio Guzmán López, “El Ratón”.

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Poco importó que los pobladores suplicaran el cese al fuego. Sus viviendas fueron atravesadas con balas de alto calibre y de uso exclusivo del Ejército Mexicano. Las camionetas y tanques hacían un desfile por las calles sin pavimentar de esa zona.

El objetivo era claro: Capturar a uno de los hijos de “El Chapo” Guzmán, aquel que el 7 de octubre de 2019, puso a prueba la inoperancia de las autoridades castrenses, pues en un acto desesperado, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ordenó su liberación. El entonces arresto de “El Ratón” había ocasionado una ola de violencia sin precedentes en la capital sinaloense.

A principios de 2023, las fuerzas del orden quisieron redimirse y capturaron a Ovidio Guzmán; sin embargo, se dio a conocer una versión más enfática de este hecho. Si bien los elementos militares lo capturaron en la entrada de la demarcación, en una inspección de rutina, este suceso podría tener otros matices.

De acuerdo con la periodista mexicana y autora de Los señores del narco, Anabel Hernández, Guzmán López habría logrado escapar de la vivienda en la que se encontraba; pero fue una llamada de su esposa, Adriana Meza Torres, lo que hizo que él regresara a uno de los cerros de aquel poblado.

La presencia, tanto de militares como el ruido de las fuertes detonaciones, provocaron que una de sus dos hijas sufriera una “crisis nerviosa”. Como consecuencia de ese despliegue, Ovidio volvió, las puso a salvo y, mientras viajaban en una camioneta, lo capturaron. Allí habría negociado que ellas fueran liberadas, a cambio de entregarse.

Meza Torres es hija de un lugarteniente de mayor confianza de “El Chapo”, de nombre Raúl Meza Ontiveros, también conocido como “El M-6”, asesinado en el año 2007, en la zona residencial de Monte Bello, en Culiacán, Sinaloa. Y, de acuerdo con distintas versiones en redes sociales, se trata de la heredera al trono del Cártel de Sinaloa.

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