Apple develará el martes su nuevo iPhone, en lo que se ha convertido un ritual de fin de verano en que la empresa busca darle más razones a más gente para comprar su popular dispositivo.
El evento en la sede de la compañía en Cupertino, California, ocurre en momentos en que las ventas en tres trimestres consecutivos de este año disminuyeron con respecto a los mismos períodos del año anterior, y cuando la gerencia prevé que habrá otra contracción en el período actual. Es una de las razones por las que las acciones de Apple han disminuido en casi 10% desde mediados de julio, con lo que el valor de mercado de la empresa ha caído por debajo de la marca de 3 billones de dólares que alcanzó por primera vez este verano.
Como ya ha ocurrido con Apple y con otros fabricantes de smartphones, es poco probable que el nuevo modelo tenga muchas mejoras tecnológicas. Se prevé que la amplia gama del iPhone 15, que probablemente irá desde modelos básicos de bajo precio a otros premium más caros, tendrá solo modificaciones incrementales a sus chips, baterías y cámaras.
Uno de los cambios más anticipados es la manera de cargar el iPhone 15 y modelos futuros. Se prevé que ahora será con cables USB-C, el estándar ya usado en muchos dispositivos como computadoras Mac y las iPads.
Apple ha eliminado gradualmente los cables lightning que introdujo en 2012 cuando sacó el iPhone 5, debido a una norma que los reguladores europeos impondrán a partir de 2024. Por ahora no queda claro si Apple limitará el cambio inicialmente a los modelos hechos específicamente para el mercado europeo o si lo hará a nivel mundial.
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