Los consumidores terminan un inolvidable año pagando los precios más altos de los alimentos desde 2014, lo que indica más dificultades para aquellos cuyos ingresos se han visto afectados por la crisis del coronavirus.
Un indicador de los precios de los alimentos que elaboran las Naciones Unidas aumentó casi 4% el mes pasado, la mayor alza en ocho años, impulsado por incrementos en los cereales y el aceite de palma, que se utilizan en cerca de la mitad de todos los productos que se venden en los supermercados. Las preocupaciones por el suministro relacionadas con eventos meteorológicos y la elevada demanda han hecho subir los precios, y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) redujo su estimación para las reservas de cereales a un mínimo de cuatro años.
Los crecientes costos de los alimentos están poniendo más presión aún sobre los consumidores, ya agobiados por las dificultades económicas provocadas por la pandemia. El virus está exacerbando una frágil situación para la seguridad alimentaria mundial que se ha visto afectada por conflictos, ataques de plagas en cultivos y fenómenos climáticos, indicó la FAO.
Los precios de los alimentos a nivel mundial se encuentran en máximos de seis años.
Los mayores costos de los alimentos también amenazan con aumentar la inflación, lo que podría dificultar que los bancos centrales sigan proporcionando estímulos monetarios para apuntalar el crecimiento. Nigeria, México y Pakistán se encuentran entre las naciones que se enfrentan a una rápida inflación de los alimentos, y la FAO estima que unos 45 países necesitan asistencia alimentaria externa.
Los países más vulnerables “tendrán que prepararse para pagar facturas de importación más altas”, dijo por teléfono Peter Thoenes, economista comercial de la FAO.
La FAO ahora espera un déficit de suministros de cereales en la temporada 2020-2021 a medida que la creciente demanda supera una producción récord. China últimamente ha comprado enormes cantidades de maíz y otros cereales para pienso para recuperar a su población de cerdos, y la producción de biocombustibles está repuntando con los precios de la energía. La pandemia también ha exacerbado los desafíos para las labores agrícolas en plantaciones de aceite de palma.
Si bien el repunte actual marca un cambio con respecto a los últimos años de abundantes suministros, los precios de los alimentos siguen muy por debajo de los máximos observados en 2008 y 2011, cuando el mundo enfrentaba crisis alimentarias. Eso significa que los costos aún no están en un nivel “alarmante”, y los lucrativos precios de los cereales y otros cultivos podrían hacer que los agricultores plantaran más, lo que ayudaría a aliviar la crisis de suministro, dijo Thoenes.
Aspectos a destacar de la ONU:
Todos los grupos de alimentos rastreados por la FAO se elevaron en noviembre; un indicador de aceites vegetales se empinó 15% y los cereales avanzaron 2,5%.Una relación global de acciones de cereales por uso podría alcanzar su nivel más bajo en cinco años, aunque aun así debería representar un nivel “relativamente cómodo”.
Nota Original:
Consumers End Tough Year With Highest Food Prices Since 2014