El Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI por sus siglas en inglés) registró el viernes la casa del presidente estadounidense Joe Biden en Wilmington, Delaware, donde encontró documentos adicionales con marcas de clasificado y retiró algunas notas manuscritas del mandatario, indicó el abogado de Biden el sábado.

Aunque el presidente permitió de forma voluntaria que el FBI entrara en su casa, la falta de una orden de registro no hacía menos extraordinaria la operación. El suceso aumentaba el bochorno para BIden que comenzó cuando se hizo público el 12 de enero que los abogados de Biden habían encontrado un “pequeño número” de documentos clasificados en una antigua oficina en el Centro Penn Biden de Washington, poco antes de las elecciones de media legislatura.

Los abogados encontraron después seis documentos clasificados en la biblioteca de la casa de Biden en Wilmington de su época como vicepresidente.

Aunque Biden ha restado importancia al episodio, los descubrimientos se han convertido en un lastre político mientras el mandatario se prepara para iniciar su campaña de reelección, y socavan sus esfuerzos de mostrarse como la imagen de la formalidad ante el públicos estadounidense tras el accidentado mandato de su predecesor, Donald Trump.

Durante el registro del viernes, que duró casi 13 horas, el FBI requisó seis objetos que contenían documentos identificados como clasificados, indicó Bob Bauer, abogado del presidente. Los documentos abarcaban el tiempo cuando el presidente se desempeñó en el Senado y en la vicepresidencia, mientras que las notas datan de su época como vicepresidente.

Se desconocía de momento el nivel de clasificación de los documentos y si continuaban clasificados debido a que el Departamento de Justicia los tiene en revisión.

“Encontramos un reducido número de documentos guardados en el lugar equivocado”, dijo Biden a la prensa que le preguntó sobre el asunto cuando el presidente recorría zonas dañadas por las tormentas en California.

“De inmediato los entregamos a los Archivos y el Departamento de Justicia”, agregó.

El presidente y la primera dama Jill Biden no estaban en la vivienda durante el registro. La pareja pasa el fin de semana en su casa en Rehoboth Beach, Delaware.

Falta por verse si las autoridades federales podrían efectuar registros adicionales en otros lugares. Los abogados personales de Biden realizaron antes una búsqueda en la residencia en Rehoboth Beach y dijeron no haber encontrado documentos oficiales ni clasificados.

La investigación también ha complicado las pesquisas del Departamento de Justicia sobre los documentos clasificados y oficiales que conservó Trump tras dejar el cargo. El Departamento de Justicia dice que Trump al abandonar la Casa Blanca a principios de 2021, Trump se llevó cientos de documentos identificados como clasificados, y se resistió durante meses a las peticiones de que los devolviera al gobierno, lo que llevó a pedir una orden de registro para recuperarlos.

Bauer dijo que el FBI solicitó que la Casa Blanca no comentara sobre el registro antes que se llevara a cabo, y que estuvieran presentes los abogados tanto personales de Biden como de la Casa Blanca. Añadió que el FBI “tuvo acceso total a la casa del presidente, incluyendo notas escritas personalmente a mano, archivos, documentos, carpetas, recuerdos, listas de pendientes, horarios y recordatorios que se remontan a décadas”.

El Departamento de Justicia, agregó, “tomó posesión de los materiales que consideró dentro del alcance de su pesquisa, entre ellos seis artículos que consisten en documentos con marcas de clasificación y materiales circundantes, algunos de los cuales pertenecían al servicio del presidente en el Senado y otros eran de su mandato como vicepresidente”.

El fiscal general Merrick Garland ha designado al exfiscal federal de Maryland, Robert Hur, como asesor especial para investigar cualquier posible irregularidad en torno a los documentos de Biden.

“Desde el principio, el presidente se ha comprometido a manejar esto con responsabilidad porque lo considera seriamente”, dijo el sábado el abogado de la Casa Blanca, Richard Sauber.

“Los abogados del presidente y la Consejería Jurídica de la Casa Blanca continuarán cooperando con el Departamento de Justicia y el asesor legal especial para contribuir a garantizar que este proceso se efectúe de manera rápida y eficiente”.

Los descubrimientos de los documentos en poder de Biden y la investigación a Trump, que está en manos del asesor legal especial Jack Smith son de naturaleza distinta. Biden se ha esforzado por colaborar con el Departamento de Justicia en todo momento y el cateo del viernes fue voluntario, aunque persisten dudas sobre su transparencia con el público.

Para que se hubiera cometido un delito, una persona tendría que “retirar a sabiendas” los documentos sin autoridad para ello y pretender mantenerlos en un “lugar no autorizado”. Biden ha dicho estar “sorprendido” de que se encontraran documentos clasificados en el Centro Penn Biden.

En general, los documentos clasificados se desclasifican tras un máximo de 25 años. Pero algunos son de tal importancia que permanecen secretos mucho más, con excepciones específicas. Biden sirvió en el Senado entre 1973 y 2009.

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La periodista de The Associated Press Seung Mn Kim, en Rehoboth Beach, Delaware, contribuyó a este despacho.

AP