El legendario actor británico Sean Connery, conocido sobre todo por sus interpretaciones de James Bond, murió a los 90 años, según informó este sábado su familia a la cadena británica BBC.
Nacido como Thomas Sean Connery en Edimburgo, Escocia, el 25 de agosto de 1930, en una familia humilde, con padre católico y madre protestante, el actor primero pensó en ser jugador de fútbol, pero dejó de lado esa idea cuando a los 18 años medía 1,90 metro y no sabía cuánto iba a seguir creciendo.
Se alistó en la Marina Real Británica, de la que lo licenciaron por problemas de salud. Fue modelo en una escuela de arte y participó como actor secundario en una puesta del musical South Pacific, primero en Edimburgo y luego en una gira por las islas británicas.
En 1954 llegó al cine en pequeños papeles, hasta que tres años después el director Cy Enfield, que lo había visto en el escenario, se obsesionó con él y lo incluyó en su película Hell Drivers, en la que tuvo por primera vez un papel de cierta relevancia.
Antes de llegar a El satánico Dr. No, su pico de popularidad, hizo muchos trabajos para la televisión británica.
Ya en los Estados Unidos, actuó en La gran aventura de Tarzán (1959), con Gordon Scott como “el hombre mono”, y formó parte del elenco de El día más largo del siglo (1962).
Curiosamente, Dr. No (1962), de Terence Young, en la que Connery se puso en la piel del agente James Bond por primera vez, no tuvo al principio el éxito esperado. Se habló más de la música de Monty Norman y de la impactante Ursula Andress en bikini que de la película en sí, que sin embargo comenzó a ser valorada en sus reposiciones y por la explosión que se produjo al año siguiente con De Rusia con amor, también de Young.
La serie Bond siguió con Dedos de oro (1964), de Guy Hamilton, Operación Trueno (1965), de Young, Solo se vive dos veces (1967), de Lewis Gilbert, Los diamantes son eternos (1971), de Hamilton, y Nunca digas nunca jamás (1983), de Irvin Keshner, su despedida del personaje luego de 12 años.
Muchas de esas películas podrían contener situaciones comprometidas en los tiempos actuales, porque las compañeras de Bond (“Bond, James Bond”, tal como se presentaba), eran mujeres de físicos monumentales que siempre caían en brazos del héroe, aun las más despiertas, menos en el caso de Pussy Galore, el personaje de Honor Blackman en Dedos de oro, de la que se deslizaba su identidad lésbica en un alarde desacostumbrado para la época.
Se supo que Connery llegó a hartarse del personaje de Bond —luego interpretado por George Lazenby, Roger Moore, Timothy Dalton, Pierce Brosnan y el actual Daniel Craig— y por eso combinó con otras interpretaciones.
Así, logró que el público aceptara otros personajes con su rostro, como en La colina de la deshonra (1965), El gran golpe (1971), Hasta los dioses se equivocan (1972) y El nombre de la rosa (1986).
Si bien recibió un gran cantidad de premios, el mayor reconocimiento a su trabajo le llegó con el Oscar como mejor actor de reparto por Los intocables (1987).