Un doctor de Texas se quedó sin empleo tras veinte años de practicar su profesión por presuntamente robarse unas dosis de la vacuna contra la COVID-19.
La fiscalía del condado de Harris confirmó que el médico Hasan Gokal, de 48 años, está acusado del delito de robo por parte de un servidor público por presuntamente apoderarse ilegalmente de por lo menos nueve dosis de la vacuna contra la COVID-19. De ser encontrado culpable podría pasar un año tras las rejas.
De acuerdo a medios locales, el profesional de la salud se embolsó el medicamento el pasado 29 de diciembre mientras trabajaba en un punto de vacunación en el parque Lyndsay Lyons de Humble, Texas, según PEOPLE.
“Una semana después, el doctor se lo contó a un colega empleado [del servicio] de salud pública, quien lo reportó”, de acuerdo a un comunicado. “El mal manejo de la vacuna puede resultar en la pérdida de fondos gubernamentales en el condado, según [el departamento] de salud pública del condado de Harris, que fue el primero en investigar el incidente”.
El doctor fue despedido de su posición inmediatamente después de que salió a relucir lo sucedido.
“Abusó de su posición para poner a sus amigos y familiares primero que personas que habían seguido todo el proceso legal para estar ahí”, dijo la fiscal del distrito Kim Ogg, de acuerdo al comunicado. “Lo que hizo fue ilegal y se debe de responsabilizar bajo la ley”.
El abogado del doctor, Paul Doyle, aseguró a la estación local KRIV, que las nueve dosis de la vacuna no se desperdiciaron, sin embargo, no precisó a quienes las destinó.
“El doctor Gokal es un dedicado servidor público que se aseguró de que las dosis de la vacuna para la COVID-19, que se habrían expirado, se inyectaran en los brazos de personas que cumplían los requisitos para recibirla”, comentó Doyle a la estación.
Agencias