Los Ángeles enfrenta desde diciembre una crisis hospitalaria sin precedentes debido al agravamiento de la pandemia de COVID-19 en California, Este lunes había más de 7,600 pacientes hospitalizados, y solo quedaban 577 camas disponibles en todos los centros del condado, según información oficial.
Ante la falta de camas para atender a pacientes, incluso de enfermedades diferentes al COVID-19, el personal de las ambulancias recibió la instrucción de no transportar personas que tienen pocas probabilidades de sobrevivir.
Un oficio de la Agencia de Servicios Médicos de Emergencia de Los Ángeles establece que el personal deberá realizar esfuerzos de resucitación durante 20 minutos, en el lugar donde se ubiquen, a pacientes que hayan sufrido un paro cardiaco.
Pero si la resucitación no es exitosa y los pacientes no presentan pulso, o son declarados muertos, ya no serán llevados a un hospital.
“Con efecto inmediato, debido al impacto severo de la pandemia COVID-19 en los servicios de emergencias médicas y los hospitales receptores del 9-1-1, los pacientes adultos (de 18 o más) con un paro cardíaco traumático y no traumático fuera del hospital no serán transportados si no se logra el retorno de la circulación espontánea en el campo “, indicó la agencia.
Los servicios médicos de emergencia solo podrán proporcionar oxígeno suplementario a los pacientes que tengan saturación de oxígeno menor al 90% que, según el condado, es suficiente para mantener el funcionamiento de los órganos y tejidos.
“Dada la necesidad aguda de conservar oxígeno, con efecto inmediato, los servicios médicos de emergencia solo deben administrar oxígeno suplementario a pacientes con saturación de oxígeno por debajo del 90%”, dijo el condado de Los Ángeles.
La escasez de oxígeno y de tanques en el condado de Los Ángeles obligó a cinco hospitales a declarar un “desastre interno”. Además, las pipas que distribuyen oxígeno, que son ya son viejas, se están dañando debido a la alta presión que necesitan para llevar oxígeno a todos los pacientes que lo necesitan, de acuerdo con Los Ángeles Times.
Un paciente con COVID-19 necesita entre 60 y 80 litros de oxígeno por minuto, mientras que los pacientes de otras enfermedades reciben solo seis litros.
Otro problema que enfrenta Los Ángeles es la escasez de ambulancias y sus largos tiempos de respuesta. Jeffrey Smith, director de operaciones del Centro Médico Cedars-Sinai, dijo que los servicios médicos de emergencia están desviando las ambulancias a hospitales con capacidad para recibir pacientes.
“Las cosas cambian muy rápido. Hay partes de nuestra ciudad donde las ambulancias están esperando durante horas para dejar a los pacientes que traen a bordo. En esos lugares, el condado está trabajando con esos hospitales para instalar carpas para recibir a esos pacientes y sacarlos de las ambulancias para que las ambulancias puedan volver al servicio”, explicó.
California continúa rompiendo récords, con un promedio diario de 37,000 casos confirmados de COVID-19 y 353 muertes relacionadas con la enfermedad.
“Los hospitales están declarando desastres internos y tienen que abrir gimnasios de iglesias para que funcionen como unidades hospitalarias”, dijo la supervisora Hilda Solís
Debido a las festividades, es probable que la situación empeore antes de mejorar. Barbara Ferrer, directora de salud pública del condado de Los Ángeles, dijo que “todos los indicadores nos dicen que nuestra situación puede empeorar a partir de 2021. La tasa de transmisión comunitaria sigue siendo extraordinariamente alta… A medida que los casos continúan en estos niveles alarmantemente altos, es probable que cientos de personas más mueran”.
Telemundo