l presidente de Colombia, Gustavo Petro, compartió imágenes este martes del primer vuelo con los colombianos deportados de EE.UU. al llegar a Bogotá, proveniente de Texas. El mandatario dijo en una publicación de X que “el migrante no es un delincuente es un ser humano que quiere trabajar y progresar, vivir la vida”.
La Cancillería de Colombia dijo que se trata de 91 colombianos y que el Gobierno “los recibe con los brazos abiertos, garantizando su dignidad y respetando sus derechos”. El Ministerio de relaciones Exteriores dijo que los migrantes fueron recibidos además por personal de la Fuerza Aérea, Migración Colombia, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), la Alcaldía de Bogotá y la Cruz Roja.
Antes, Petro había publicado dos fotografías tomadas dentro de los aviones de la Fuerza Aérea Colombiana que transportaron a un primer grupo de 110 colombianos deportados desde Estados Unidos. En las imágenes, los deportados aparecen sin esposas, una condición destacada por el mandatario, quien ha pedido a Washington un “trato digno” para estas personas.
Petro añadió: “Estructuramos plan de crédito productivo, asociativo y barato para el migrante. El migrante no es un delincuente, es una persona humana libre”.
Los aviones partieron desde California y Texas con destino a Bogotá, en la Base Militar de Catam, adyacente al aeropuerto El Dorado. Según un comunicado de la Cancillería, el gobierno colombiano organizó este operativo para garantizar un “retorno digno y con plena garantía de derechos” a los connacionales deportados.
Se trata de dos Boeing 737 operados por la Fuerza Aérea Colombiana, que salieron de la Estación Aérea del Cuerpo de Marines de Miramar en California y de Fort Bliss en El Paso, Texas.
Esta repatriación ocurre tras una crisis diplomática desatada el domingo, cuando Petro rechazó inicialmente dos vuelos de deportados enviados por Estados Unidos, lo que llevó al presidente de EE.UU. Donald Trump a amenazar con imponer sanciones, incluido un arancel del 25 % a productos colombianos y restricciones migratorias.
En respuesta, Petro ordenó medidas de reciprocidad, como la aplicación de un arancel del 25 % a las importaciones estadounidenses. Sin embargo, la Casa Blanca anunció el cierre de la crisis tras llegar a un acuerdo con el Gobierno colombiano, que aceptó “todos los términos” planteados por Trump, incluyendo el retorno sin restricciones de ciudadanos colombianos en aviones militares.
El gobierno de Petro confirmó que el “impasse” fue superado y reiteró su compromiso con el retorno digno de los deportados, destacando el uso de aeronaves colombianas para el traslado.
Agencias