El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, dejó claro este martes que su país “jamás, pero jamás” formará parte de Estados Unidos, respondiendo a las polémicas declaraciones de Donald Trump, quien sugirió que la anexión de Canadá sería beneficiosa para la seguridad nacional estadounidense. Las palabras de Trudeau se difundieron a través de la red social X (antes Twitter), donde reafirmó la independencia y autonomía de su nación.

Estas declaraciones llegan luego de que Trump mencionara su intención de utilizar la “fuerza económica” para lograr que Canadá forme parte del territorio estadounidense. Además, Trump, quien regresará a la presidencia en los próximos días, ha señalado en múltiples ocasiones su interés en anexar territorios estratégicos como Groenlandia, el Canal de Panamá y Canadá.

Trudeau afirma que Canadá no será parte de Estados Unidos

El líder canadiense fue categórico al afirmar que Canadá nunca aceptará ser parte de Estados Unidos, subrayando que ambos países ya disfrutan de una relación comercial y de seguridad sólida que beneficia a ambas naciones. “Los trabajadores y las comunidades de los dos países se benefician de que seamos socios estratégicos y respetemos nuestras fronteras”, expresó Trudeau.

Las tensiones entre ambos líderes no son nuevas. Durante la administración de Trump (2017-2021), las relaciones entre Canadá y Estados Unidos se vieron afectadas por impuestos arancelarios, desacuerdos en tratados comerciales como el T-MEC y comentarios despectivos en redes sociales. Trump, conocido por su estilo frontal, ha llegado incluso a referirse a Trudeau como el “gobernador del estado 51”, minimizando así su rol como jefe de gobierno de una nación soberana.

Además, en su intervención, Trudeau defendió la importancia de respetar las fronteras internacionales y los acuerdos establecidos. Para el mandatario canadiense, la propuesta de Trump no solo es inviable, sino también peligrosa para la estabilidad política de la región.

¿Cómo inició la tensa relación entre Trump y Canadá?

La relación entre Donald Trump y Justin Trudeau ha estado marcada por el conflicto desde el inicio del mandato de Trump en 2017. A pesar de ser aliados naturales y compartir una de las fronteras más largas y pacíficas del mundo, la relación personal entre ambos líderes ha sido todo menos cordial.

Acuerdos comerciales: Trump amenazó con romper el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), lo que generó incertidumbre económica en Canadá.

Aranceles al acero y aluminio: en 2018, Trump impuso aranceles al acero y aluminio canadiense, calificándolo como una amenaza para la seguridad nacional estadounidense.

Cumbres internacionales: durante la Cumbre del G7 en Quebec en 2018, Trump calificó a Trudeau como “débil y deshonesto” tras desacuerdos en declaraciones conjuntas.

A pesar de estos roces, Canadá ha mantenido su postura firme respecto a la defensa de su soberanía y sus intereses económicos. Trudeau ha dejado claro que, aunque la relación bilateral es fundamental para ambas naciones, su país no cederá ante presiones económicas ni políticas.

Las recientes declaraciones de Trump sobre anexar Canadá han vuelto a encender las alarmas, no solo en el ámbito político, sino también en la opinión pública canadiense, que rechaza de forma unánime cualquier intento de vulnerar su independencia nacional.

La República