Historia de Luke Chillingsworth & Hollie Beale
Porsche ha frenado su revolución de vehículos eléctricos, admitiendo que la energía a gasolina aún no desaparecerá.
Después de afirmar audazmente hace dos años que un asombroso 80% de sus automóviles serían eléctricos en 2030, la icónica marca alemana ahora está cambiando su tono.
La gerencia ha afrontado la realidad, admitiendo que los motores de gasolina aún podrían rugir bajo los capós de sus nuevos y brillantes modelos debido a una caída en la demanda de vehículos eléctricos.
Este cambio podría hacer que los próximos modelos Macan, Vixter y Cayman de Porsche, inicialmente planificados como exclusivamente eléctricos, posiblemente vengan acompañados de sus homólogos de gasolina o híbridos en el lanzamiento.
Este cambio se ve subrayado por una caída en las ventas revelada en los datos financieros más recientes de la compañía, en particular una dramática disminución del 50% en las compras de su Taycan totalmente eléctrico en el tercer trimestre en comparación con el trimestre anterior, informa el periódico The Express.
A la luz de estos acontecimientos, el director financiero de Porsche, Lutz Meschke, reconoció públicamente un reposicionamiento estratégico después del anuncio.
En declaraciones a Automotive News Europe, Meschke aclaró: “Lo que está claro es que seguiremos apostando por el motor de combustión durante mucho más tiempo”.
Últimamente, han ido apareciendo en los círculos de Porsche indicios de un posible cambio de su estrategia a toda máquina hacia los vehículos eléctricos.
No hace mucho, la marca confirmó abiertamente que no ha terminado con los monstruosos motores de gasolina V8 que lucen con orgullo algunas bestias Cayenne y Panamera, y que tiene planes de continuar la producción “hasta bien entrada la década de 2030”.
De esta forma, Porsche se suma a las filas de otros gigantes del automóvil que siguen invirtiendo dinero en la llama de la tecnología de motores de combustión.
A principios de este año, el jefe de Aston Martin, Lawrence Stroll, reveló que había experimentado una “falta de demanda de los consumidores” de vehículos eléctricos (EV).
Reconoció que el cambio a los EV podría demorar más de lo previsto y dejó escapar que la icónica marca británica seguiría produciendo vehículos a gasolina durante un buen tiempo más.
Stroll soltó una bomba de verdad: “Mientras se nos permita legalmente seguir fabricándolos, seguiremos fabricándolos”.
El mes pasado, el pez gordo de Mercedes-Benz, Ola Kallenius, se hizo eco de este sentimiento y confirmó que el fabricante de automóviles de alta gama no abandonará los modelos de gasolina en el corto plazo, incluso mientras amplía su línea eléctrica.
El jefe de Ford, Jim Farley, ha sido sincero y ha advertido que el gigante estadounidense solo invertirá dinero en tecnología de vehículos eléctricos si los números empiezan a mejorar.
Por otro lado, los gigantes automotrices japoneses Mazda, Subaru y Toyota están ocupados desarrollando nuevos motores que funcionarán con biocombustible ecológico.
Todo esto surge inmediatamente después de los rumores provenientes del Gobierno que insinúan una posible reestructuración del estricto mandato de Vehículos de Cero Emisiones (ZEV).
Este reglamento presiona a los fabricantes de automóviles para que produzcan una cuota de modelos eléctricos para alcanzar los objetivos ecológicos.
Se dice que algunas empresas están reduciendo los precios y vendiendo vehículos eléctricos por menos del precio de etiqueta solo para cumplir con estos mandatos y evitar fuertes multas.
The Mirror