Treinta años después de su muerte en un accidente a toda velocidad, visto por millones de personas en el mundo, la vida del campeón de Fórmula Uno Ayrton Senna, llena de adrenalina, está a punto de ser presentada también ante un público global.
El legendario piloto brasileño —quien falleció en 1994, cuando su bólido se estrelló contra un muro de concreto en el Gran Premio de San Marino— es el tema de una serie de Netflix, de seis episodios, que se estrena el 29 de noviembre.
La serie lo sigue desde sus primeros días en el karting hasta aquella fatídica tarde de domingo en la pista de Imola en Italia.
Incluso tres décadas después de ese accidente, pocos personajes de la F1 evocan tanta emoción y pasión entre los aficionados y otros pilotos como Senna, quien ganó tres campeonatos antes de su muerte a la edad de 34 años.
La compleja personalidad de Senna —un santo para sus millones de fanáticos brasileños y un pecador para algunos críticos que consideraban su estilo de conducción demasiado agresivo— cobra vida a través del actor brasileño Gabriel Leone, quien aceptó el desafío de interpretar a una figura tan popular.
”Él fue mucho más que un piloto de F1 para nosotros, se convirtió en un ícono, mucho más allá de su técnica y su conducción”, dijo Leone a The Associated Press en una entrevista en Sao Paulo. “Tenía esta humanidad, esta honestidad. Las cosas que decía, sus valores, todo eso lo hacía más cercano a la gente”.
La vida y carrera de Senna no estuvieron exentas de momentos hechos para la televisión.
Fue un piloto que una vez ganó una carrera con su auto atascado en sexta marcha frente a miles de fanáticos entusiastas en la pista de Interlagos. Y quien pasó de la quinta posición a la primera en una vuelta en el Gran Premio de Europa de 1993. Y quien saltó de su monoplaza durante una sesión de entrenamiento para salvar la vida de un piloto francés que había chocado.
En la pista, su rivalidad con el piloto francés Alain Prost fue una de las más intensas que la F1 haya visto jamás. Fuera de la pista, también tuvo relaciones muy publicitadas. Salió con varias modelos, incluyendo a Elle Macpherson.
“Para mí como actor, cuanto más complejo es el personaje, mejor. Es más interesante construirlo y vivirlo. Y éste es todo un personaje, el mayor héroe en Brasil, no solo en el deporte”, dijo Leone. “Ayrton era trascendente, era más que un piloto de F1. Ese es un tipo que es el héroe de grandes pilotos en la historia, como (Michael) Schumacher y (Lewis) Hamilton”.
Senna ganó el campeonato de pilotos en 1988, 1990 y 1991 con la escudería McLaren y pasó Williams en el año de su muerte, cuando era el favorito para obtener el título nuevamente.
Para Leone, sin embargo, también era importante retratarlo como una persona que entendía su papel como héroe nacional, que abogaba por los pobres y orgullosamente agitaba una bandera brasileña desde su cabina en cada vuelta de la victoria.
“No era distante, estaba cerca”, dijo Leone, quien asistió a un estreno en la alfombra roja el martes con varios miembros más del elenco y con el director Vicente Amorim. “Así es para los brasileños y no brasileños. Era así, y sigue siendo así”.
Para muchos aficionados internacionales, Senna era simplemente un talento excepcional que nació para ser piloto. Incluso el antiguo rival Martin Brundle, ahora comentarista de televisión, comparó alguna vez la habilidad de Senna para encontrar agarre en algunas curvas con un baile aparentemente innato para un brasileño.
“Es un tipo diferente de samba que yo no podría hacer”, ha dicho Brundle.
La serie de Netflix, sin embargo, muestra algo del arduo trabajo y atención al detalle que Senna puso para convertirse en un maestro bajo la lluvia.
El gigante del streaming —que según algunos informes invirtió más de 170 millones de dólares en su producción— toma también ciertas libertades con la verdad. Por ejemplo, trata de aumentar la animosidad entre Senna y uno de sus otros antagonistas en la vida real, Jean-Marie Balestre, el expresidente francés de la FIA, el órgano rector de la F1.
Balestre es a menudo acusado por los aficionados de ayudar a su compatriota Prost en su rivalidad con Senna, incluso en el Gran Premio de Mónaco de 1984 al detener la carrera antes de que el piloto brasileño pudiera rebasar a su rival francés en la fuerte lluvia. Y en el Gran Premio de Japón de 1989, Senna fue descalificado en una decisión que entregó el título a Prost.
La serie de Netflix va un paso más allá, al hacer que Balestre (interpretado por Arnaud Viard) sea el responsable de que Senna también pierda un título de karting cuando era joven, mucho antes de que incluso entrara en la F1.
“Si eso fuera cierto, sería una novedad para todos los periodistas que han cubierto la historia de Senna durante las últimas décadas”, dijo Ernesto Rodrigues, quien escribió una biografía sobre el tricampeón de F1. “Sí, Senna tuvo a Balestre trabajando en su contra muchas veces. Pero Balestre era un autócrata con otros pilotos también. No era exclusivo”.
Prost, interpretado por Matt Mella, pasa de ser un enemigo en las carreras a un amigo después de su retiro en la serie, justo como en la vida real. La fricción entre los dos como compañeros de equipo en McLaren y luego en las carreras decisivas para el título en las temporadas de 1989 y 1990 crean algunos de los mejores momentos de la serie para los aficionados al automovilismo.
Tres de las mujeres en la vida de Senna también aparecen en la serie.
Escenas con Lílian de Vasconcellos Souza, quien se casó con Senna en 1981 y se divorció de él al año siguiente, ayudan a mostrar cómo el brasileño estaba destinado a entrar en la F1 desde el inicio de su carrera. Xuxa Meneghel, una presentadora de televisión extremadamente popular, aparece en un episodio completo como la novia más importante del piloto. Adriane Galisteu, quien era la novia del campeón cuando murió, aparece por menos de tres minutos.
La importancia de Senna para los pilotos actuales de F1 quedó plenamente expuesta este mes en el Gran Premio de Brasil, cuando Hamilton —el británico siete veces campeón de la F1— condujo uno de los antiguos autos de Senna alrededor de la pista como parte de los homenajes que marcaron el 30mo aniversario de su muerte.
“Este es el mayor honor de mi vida”, dijo Hamilton el 3 de noviembre. “Espero haber hecho sentir orgulloso a Senna”.
AP