Los científicos están perplejos ante la aparición de un misterioso pez de aguas profundas flotando en la superficie del océano frente a la costa de San Diego. Expertos marinos informaron que la criatura fue llevada a tierra para estudiarla.
El pez remo plateado, de 3,6 metros de largo y con aspecto similar al de una serpiente, fue hallado el pasado fin de semana por un grupo de buceadores y kayakistas en la cala de La Jolla Cove, al norte del centro de San Diego, según anunció en un comunicado el Instituto Oceanográfico Scripps.
Es solo la vigésima vez que se sabe que un pez remo apareció en California desde 1901, según el experto en peces de la institución Ben Frable.
Scripps señaló que los peces remo, a veces conocidos como peces del juicio final, tienen una reputación mítica como predictores de catástrofes naturales o terremotos, aunque no se ha demostrado ninguna correlación.
Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, los peces remo pueden superar los 6 metros de longitud y normalmente viven en una parte profunda del océano llamada zona mesopelágica, donde no llega la luz.
Los nadadores llevaron al pez remo de La Jolla Cove a la orilla encima de una tabla de remo. Después fue trasladado a la caja de una camioneta.
Científicos del Centro de Ciencias Pesqueras del Suroeste de la NOAA y de Scripps tenían previsto realizar una necropsia el viernes para tratar de determinar la causa de la muerte.
En 2013, cuando dos peces remo aparecieron en las playas californianas, los científicos afirmaron que podían haber muerto como consecuencia de la actividad sísmica que se produce bajo el lecho marino días o semanas antes de un terremoto.
Rachel Grant, profesora de biología animal de la Universidad Anglia Ruskin de Cambridge, afirmó que podría haber algo de cierto en la antigua leyenda japonesa según la cual la aparición de peces remo precede a un terremoto.
“Es posible, en teoría, porque cuando se produce un terremoto puede producirse un aumento de la presión en las rocas, lo que puede dar lugar a cargas electrostáticas que liberen iones cargados eléctricamente en el agua”, explica la Dra. Grant.
“Puede dar lugar a la formación de peróxido de hidrógeno, que es un compuesto tóxico. Los iones cargados también pueden oxidar la materia orgánica, lo que podría matar a los peces u obligarlos a abandonar las profundidades oceánicas y subir a la superficie”, explicó.
Otra posibilidad es que antes de un terremoto se liberen grandes cantidades de monóxido de carbono, lo que también podría afectar al pez remo y otras criaturas de aguas profundas, según la Dra. Grant.
“Los procesos geofísicos que subyacen a este tipo de avistamientos pueden producirse antes de un terremoto. Vigilaré de cerca a California en las próximas semanas”, añadió.
Traducción de Michelle Padilla
AP