La aerolínea Ryanair cerró su primer trimestre fiscal (abril-junio de 2024) con un beneficio de 360 millones de euros, lo que supone un descenso del 46% respecto al resultado registrado en el mismo periodo del año anterior (663 millones), según ha informado este lunes en una nota de prensa, y ha señalado a Boeing y los retrasos en la entrega de nuevos aparatos como principal culpable del paso atrás. Además, la compañía ha destacado que espera que las tarifas fueran más bajas de lo previsto durante los próximos tres meses. “Los precios siguen siendo más bajos de lo que esperábamos”, señaló el consejero delegado de la firma, Michael O’Leary

La irlandesa considera que el “fuerte” crecimiento del tráfico, un 10% más, hasta 55,5 millones de clientes, “se vio compensado por el hecho de que la mitad de la Semana Santa cayera en el cuarto trimestre del año y por unas tarifas aéreas más bajas de lo esperado”. Pese a ello, sus títulos se dejaron este lunes un 17,15% en la Bolsa de Irlanda, caída a la que se suman easyJet (7,23%), Wizz Air (8,69%), IAG (3,5%) o Lufthansa (0,45%).

A pesar de los “múltiples” retrasos en las entregas de Boeing, Ryanair ha recordado que verano operará el “mayor programa” de su historia, con más de 200 nuevas rutas -y 5 nuevas bases-, para ofrecer a sus pasajeros y socios aeroportuarios “el mayor crecimiento posible de las tarifas reducidas en el año fiscal 2025″, informa la agencia Europa Press.

La aerolínea, que en mayo inició un programa de recompra de acciones por valor de 700 millones de euros, ya ha completado más del 50% del mismo. Una vez finalizado, Ryanair habrá devuelto más de 7.800 millones de euros a los accionistas desde 2008, al tiempo que ha destacado que en septiembre abonará un dividendo complementario de 0,178 euros por acción.

Volviendo a las cifras presentadas hoy, los ingresos disminuyeron un 1% hasta los 3.630 millones de euros, afectados por la bajada del 15% de sus billetes debida, en parte, a la ausencia de la primera mitad de Semana Santa, que cayó en marzo, y a una mayor estimulación de los precios de lo que tenía previsto. Como consecuencia, los ingresos por venta de billetes cayeron un 6%, hasta los 2.330 millones de euros, aunque el tráfico creció un 10%, hasta los 55,5 millones de pasajeros. Las ventas complementarias aumentaron un 10%, hasta los 1.300 millones de euros.

Por su parte, los costes operativos aumentaron un 11% hasta los 3.260 millones de euros, ligeramente por encima del crecimiento del tráfico, ya que los ahorros en la cobertura de combustible compensaron los mayores costes de personal y otros costes, que se debieron en parte a los ya mencionados retrasos en las entregas de Boeing. Ryanair espera que el tráfico del ejercicio fiscal 25 crezca un 8% (entre 198 y 200 millones de pasajeros), siempre que no se agraven los retrasos en las entregas de Boeing.

En cuanto a sus previsiones, indica que la demanda del segundo trimestre es fuerte, aunque los precios siguen siendo más bajos de lo esperado y ahora estima que las tarifas del segundo trimestre sean materialmente más bajas que las del verano pasado (anteriormente se esperaba que se mantuvieran estables o aumentaran ligeramente), informa Servimedia.

Con ello, el resultado final del ejercicio sigue sujeto a evitar acontecimientos adversos durante el año, especialmente por los conflictos continuos en Ucrania y Oriente Medio, la repetida falta de personal y restricciones de capacidad en el control de tráfico aéreo, o más retrasos en las entregas de Boeing.

El País