Los solicitantes de empleo fueron quienes tomaron las decisiones durante casi cuatro años mientras los empleadores luchaban por llenar millones de vacantes para satisfacer la avalancha de demanda derivada de la pandemia.

Muchos empleadores ni siquiera podían exigir a los trabajadores que regresaran a las oficinas por temor a que renunciaran. Y si esos trabajadores finalmente se iban, lo más probable era que encontraran otro trabajo que se ajustara a sus preferencias con bastante rapidez. Además, existía una buena posibilidad de que incluso ganaran más dinero al cambiar de trabajo.

Pero la situación empieza a cambiar. De repente, el mercado laboral, que estaba al rojo vivo, se vuelve cada vez más complejo para quienes buscan empleo.

En junio, la tasa de desempleo alcanzó el 4,1%, el nivel más alto en tres años, con 6,8 millones de personas desempleadas. Hace un año, en esa misma fecha, la tasa de desempleo era del 3,6% y había 6 millones de personas desempleadas.

La creciente tasa de desempleo, impulsada principalmente por el aumento de la cantidad de personas que se incorporan a la fuerza laboral, significa que cada vez es más difícil conseguir trabajo. Es solo una de las muchas señales del cambio de narrativa en el mercado laboral.

“Pasamos de preguntarnos: ‘¿Cómo desafía la gravedad el mercado laboral?’ a ‘Esperemos que no se derrumbe más rápido’”, le dijo a CNN Luke Pardue, director de políticas del grupo de estrategia económica del Instituto Aspen.

Los aumentos salariales se estabilizan

Los economistas estuvieron observando de cerca el ritmo al que los trabajadores abandonan sus empleos, ya que sirve como señal de la disposición de los trabajadores a tantear el mercado laboral. La tasa de abandono se mantuvo estable en sólo el 2,2% durante siete meses consecutivos, después de haber alcanzado el 3% durante la pandemia. Cuando las personas cambian de trabajo, eso generalmente puede correlacionarse con mayores aumentos salariales lo que, a su vez, podría dificultar potencialmente el control de la inflación.

Según un análisis publicado recientemente por el Bank of America, los aumentos salariales de quienes cambian de trabajo se redujeron significativamente desde el periodo de la “Gran Renuncia”. De hecho, los aumentos salariales medios están apenas por debajo de los niveles de 2019, le dijo a CNN David Tinsley, economista sénior del Bank of America Institute.

“La gente sigue cambiando de trabajo a un ritmo ligeramente más rápido que antes de la pandemia (…) pero los aumentos salariales que reciben cuando hacen esos cambios son un poco más suaves”, dijo. “Eso sugiere que el péndulo se inclinó un poco más a favor de las empresas y en contra de los trabajadores”.

La gente permanece desempleada durante más tiempo
Como el ritmo de contratación se desaceleró, la gente permanece desempleada durante más tiempo.

La duración media del desempleo aumentó a 9,8 semanas el mes pasado a comparación de 8,9 semanas en mayo, y se situó en un nivel no visto desde enero de 2023, según muestran los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales.

Esto se alinea con una tendencia reciente observada en los datos de solicitudes de desempleo del Departamento de Trabajo.

Las solicitudes continuas de beneficios por desempleo, que son presentadas por personas que recibieron beneficios durante al menos una semana o más, aumentaron a 1.858 millones durante la semana que terminó el 22 de junio, y marcó su nivel más alto desde noviembre de 2021, según datos del Departamento de Trabajo publicados la semana pasada.

Las solicitudes iniciales, que se consideran un indicador de los despidos, también aumentaron de forma constante. En la semana que finalizó el 29 de junio, el promedio de cuatro semanas de solicitudes iniciales se situó en 238.500, su nivel más alto desde agosto de 2023.

A pesar del reciente aumento de la duración del desempleo, así como de la tasa de desempleo, es importante tener en cuenta el contexto histórico: la duración media del desempleo está en línea con lo observado en 2019; y la tasa de desempleo se mantiene por debajo de los promedios históricos.

Algunas industrias despiden más trabajadores de los que contratan
Si bien el mes pasado hubo un número neto positivo de personas contratadas, un total de 206.000, no hubo ganancias de empleo universales en todas las industrias.

De hecho, varias industrias perdieron más puestos de trabajo de los que crearon.

Entre ellos se encuentran el comercio minorista y la industria manufacturera, donde el empleo disminuyó en 9.000 y 8.000 puestos, respectivamente. Las mayores caídas se produjeron en los servicios profesionales y empresariales, un sector que incluye a los contables y a las personas que trabajan en marketing. El sector empleó a 17.000 personas menos el mes pasado en comparación con mayo.

Este descenso fue impulsado por una enorme reducción de 49.000 puestos el mes pasado en el rubro de trabajadores de servicios de ayuda temporal, un subsector de los servicios profesionales y empresariales.

Los economistas suelen seguir de cerca la categoría de ayuda temporal, ya que podría servir como un punto de datos económicos prospectivo en un indicador que de otro modo estaría rezagado: si las empresas crecen, a menudo obtendrán ayuda temporal hasta que puedan contratar para un puesto de tiempo completo; pero si los tiempos son más difíciles, los trabajadores temporales suelen ser los primeros en irse.

Desde 2022, el sector de los trabajadores temporales creó puestos de trabajo en tan solo cuatro meses. Aun así, la caída en junio es la mayor desde abril de 2021.

La marcada disminución de la ayuda temporal puede ser una señal de que el mercado laboral se enfrentará a una mayor debilidad este verano, escribió Jack McIntyre, gestor de cartera de Brandywine Global, en un comentario publicado el viernes.

CNN