Una bacteria superresistente que causa unas 300.000 muertes al año evolucionó a partir de una bacteria común y corriente, y se propagó rápidamente en poco más de dos siglos, según determinó un nuevo estudio que podría ayudar a mejorar lo que sabemos sobre la inmunidad contra las bacterias invasoras.

La Pseudomona aeruginosa puede causar infecciones multirresistentes, sobre todo en personas con enfermedades subyacentes como la fibrosis quística y daños pulmonares a causa del tabaquismo.

No obstante, no siempre fue tan letal para los seres humanos.

Un grupo de científicos de la Universidad de Cambridge evaluaron casi 10.000 muestras de ADN infectadas con la bacteria procedentes de distintas partes del mundo, para elaborar un “árbol genealógico” y descubrieron que solo 21 “ramas” representaban siete de cada 10 infecciones humanas. Asimismo, identificaron que la evolución y distribución de las variantes por todo el mundo había ocurrido en tan solo 200 años.

Según los científicos, algunas de estas variantes han encontrado la forma de aprovechar un defecto genético en las personas con fibrosis quística, que les permite sobrevivir en los macrófagos (tipos de glóbulos blancos del sistema inmunitario).

Los investigadores sospechan que la rápida propagación de la bacteria se debió a que la gente empezó a vivir en ciudades densamente pobladas en los dos últimos siglos y a que la contaminación atmosférica hizo que los pulmones de los seres humanos fueran más susceptibles a la infección.

“Nuestra investigación nos ha enseñado nuevos aspectos sobre la biología de la fibrosis quística y ha revelado formas importantes en las que podríamos mejorar la inmunidad contra las bacterias invasoras que están presentes en esta afección y potencialmente en otras”, afirmó en un comunicado el Dr. Andres Floto, uno de los autores del estudio.

“La atención siempre se ha centrado en la facilidad con que esta infección puede propagarse entre los pacientes con fibrosis quística, pero hemos demostrado que también puede propagarse con facilidad entre otros pacientes, lo cual es preocupante”, agregó.

La investigación también puede ayudar a los hospitales a controlar mejor la propagación de las infecciones causadas por bacterias superresistentes.

Aaron Weimann, otro de los autores del estudio, señaló: “Es sorprendente ver la velocidad con la que estas bacterias evolucionan y se vuelven epidémicas y cómo pueden especializarse para un entorno pulmonar concreto”.

Por último, el especialista destacó la necesidad de llevar a cabo “una evaluación sistemática y proactiva de todos los grupos de pacientes de riesgo para detectar y, con suerte, prevenir la aparición de más clones epidémicos”.

Independent