El propietario de un Tesla Model S, Matt Mika, logró un hito único en el mundo de los vehículos eléctricos: hacer que su automóvil supere los 1.000 kilómetros de autonomía con una sola carga. Por supuesto, este hecho extraordinario coloca al usuario en el centro de la atención mediática, por su innovación y la potencial evolución de la tecnología de los automóviles eléctricos.

Sin embargo, la realidad es que este récord no fue alcanzado de una manera convencional. Mika tuvo que dejar de lado el concepto original del sedán 100% eléctrico, le realizó modificaciones que a Elon Musk seguramente no le agradarían. La transformación de este ejemplar implicó significativos cambios que alteraron el diseño y funcionamiento que ya venía de fábrica.

¿Cómo es la mecánica original del Tesla Model S?

El Tesla Model S según la ficha técnica, cuenta con una autonomía oficial de aproximadamente 634 kilómetros, una cifra notablemente alta si lo comparamos con otros vehículos eléctricos en el mercado. No obstante, para Mika, esto no era suficiente, por lo que comenzó un proyecto ambicioso para mejorar las prestaciones de su coche, es así como logró llevar la autonomía a niveles nunca antes vistos.

Mika le sumo a su Tesla un motor diésel, así fue como creo un sistema híbrido eléctrico de rango extendido (EREV). Este motor de combustión interna actúa solamente como generador de energía para la batería del vehículo, y es así como puede alcanzar una autonomía única entre sus competidores. Por supuesto, el proceso de modificación fue documentado, donde detalló cada paso del proyecto.

¿Cómo fue la modificación?

Empezando por el motor diésel que fue instalado en la parte trasera del vehículo, esto marcó un avance crucial en su búsqueda por una mayor autonomía. Inicialmente, el propietario del Tesla probó con un motor a gasolina, pero fue ineficiente para sus objetivos. Y que con el motor diésel, que realizó pruebas a lo largo de 4.300 kilómetros, con esto demostró la viabilidad de su modificación. A su vez, los componentes eléctricos del coche continúan funcionando normalmente, lo que le permite la recarga de la batería mediante la corriente eléctrica y el frenado regenerativo.

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