Nueva York — FTX Group anunció este viernes que se declaró en bancarrota en EE.UU. y su CEO dimitió, marcando una impresionante caída para uno de los actores más poderosos en la industria de las criptomonedas.
FTX dijo que Sam Bankman-Fried, el fundador de 30 años, permanecerá para ayudar en una transición ordenada. En su lugar, tomará el timón John J. Ray III, el abogado que supervisó la liquidación de Enron.
Se espera que varios empleados se queden para dirigir la empresa a lo largo del proceso de concurso por bancarrota.
“Siento mucho, de nuevo, que hayamos acabado aquí”, escribió Bankman-Fried en un hilo de Twitter este viernes. “Espero que las cosas puedan encontrar una manera de recuperarse”.
El procedimiento de quiebra incluye a FTX US, el fondo de cobertura de criptomonedas de FTX, Alameda, y alrededor de otras 130 empresas hermanas.
Ray dijo que la protección de la bancarrota dará a FTX la oportunidad de “evaluar su situación y desarrollar un proceso para maximizar las recuperaciones para las partes interesadas”.
En su declaración de quiebra, FTX dice que tiene entre US$ 10.000 y 50.000 millones de pasivos y activos estimados.
La quiebra cumple dos funciones inmediatas, dice Eric Snyder, abogado especializado en procesos de bancarrota de Wilk Auslander. Por un lado, impide que se produzcan nuevos retiros de fondos de la bolsa y, por otro, crea un lugar central para examinar todas las reclamaciones.
“Una de las incógnitas es de dónde van a sacar los fondos para operar la quiebra”, afirmó. “Ahora mismo no tenemos una respuesta a eso”.
La implosión de FTX, impensable hace apenas unos días, sacude el sector de las criptomonedas en lo más profundo. Ha sido provocada por una crisis similar a la de los bancos, después de que la semana pasada se plantearan serias dudas sobre la salud del balance de FTX.
Los reguladores intentan descubrir qué fue lo que salió mal y algunos legisladores exigen que se tomen medidas.
Los reguladores de valores de las Bahamas, donde tiene su sede FTX.com, congelaron el jueves algunos de los activos de la bolsa. El negocio de FTX en Japón fue puesto en “modo de cierre”, lo que significa que los usuarios solo pueden cerrar sus posiciones, después de que los reguladores de ese país le ordenaran suspender sus operaciones.
El criptoempresario Sam Bankman-Fried pierde gran parte de su fortuna en un día
Tanto el Departamento de Justicia como la Comisión de Bolsas y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) investigan a FTX, según informó el diario The Wall Street Journal. El Departamento de Justicia declinó hacer comentarios, y la SEC dijo que no comenta la existencia o inexistencia de investigaciones.
Bankman-Fried ha sido uno de los rostros de la industria de las criptomonedas, amasando una fortuna que llegó a sumar US$ 25.000 millones y que desde entonces se ha desvanecido. Se le consideraba el caballero andante del mundo de las criptomonedas, que intervenía para rescatar a las empresas en dificultades. FTX, respaldada por inversores de élite como BlackRock y Sequoia Capital, se convirtió rápidamente en una de las mayores bolsas de criptomonedas del mundo.
FTX gastó mucho para llegar a acuerdos de patrocinio con personajes como Gisele, Tom Brady y Steph Curry. El logotipo y el nombre de la empresa se pueden ver en la casa de los Miami Heat de la NBA e incluso en los logotipos de los árbitros de la MLB.
La implosión de FTX fue precedida por la decisión de prestar miles de millones de dólares de los activos de los
clientes para financiar apuestas arriesgadas de Alameda, informó The Wall Street Journal el jueves. Alameda debe ahora a FTX US$ 10.000 millones que la bolsa tuvo serios problemas para recaudar, según el diario.
Se desconoce qué sigue para Bankman-Fried, que ha contratado al abogado de Paul Weiss Martin Flumenbaum, un abogado de defensa corporativo conocido por representar al comerciante de bonos basura Michael Milken.
“La quiebra de FTX subraya los desafíos estructurales de las criptomonedas en torno a la transparencia y la mala gestión del riesgo que, una y otra vez, han provocado pérdidas a los inversores”, dijo Monsur Hussain, director senior de Fitch Ratings.