Los principales asesores militares y diplomáticos de Joe Biden instaron al presidente a mantener aproximadamente 2.500 soldados en Afganistán, mientras busca un acuerdo de paz entre los grupos afganos en guerra, según The Wall Street Journal.
El periódico informa que los funcionarios advirtieron al presidente que la seguridad en el país se estaba deteriorando con un ejército afgano ineficiente y un grupo Talibán en rápido movimiento, y una retirada de las fuerzas estadounidenses dejaría a Afganistán vulnerable a la captura y el colapso.
Biden permaneció “comprometido con poner fin al papel militar de Estados Unidos en el país” y “dijo a sus asesores políticos que Estados Unidos estaba proporcionando soporte vital al gobierno afgano, que en su opinión, era corrupto y había derrochado miles de millones de dólares en ayuda”, informó WSJ, citando a funcionarios de la administración actuales y anteriores no identificados.
El presidente dio prioridad a una agenda de política exterior estadounidense en torno a “lo que él ve como asuntos internacionales más urgentes, incluida la competencia con China y los problemas internos, que incluyen la infraestructura y la lucha contra COVID-19”, añadió el periódico.
En declaraciones el lunes, el presidente describió el caos reciente y la desesperación entre los civiles atrapados como “desgarradores”, al tiempo que admitió que los talibanes habían acelerado su toma de posesión más rápido de lo que habían anticipado los funcionarios estadounidenses.
Pero el presidente se ha comprometido a finalizar la participación de Estados Unidos en la guerra más larga del país que abarca más de dos décadas y miles de muertes.
“Respaldo totalmente mi decisión” de comprometerme a retirar a los miembros del servicio de Estados Unidos, dijo Biden, y agregó que el ascenso de los talibanes “se desarrolló más rápido de lo que anticipamos”.
“Después de 20 años, he aprendido por las malas que nunca hubo un buen momento para retirar las fuerzas estadounidenses”, añadió. “Es por eso que todavía estamos allí”.
Agregó que “la pelota se detiene” con él en el plan de acción de su administración, siguiendo el cronograma de Donald Trump para retirar las tropas estadounidenses del país, pero culpó del colapso relativamente rápido de Afganistán a los funcionarios afganos y su ejército, y señaló que los líderes del gobierno “se rindieron y huyeron del país” mientras sus tropas se entregaron sin “intentar luchar”.
“En todo caso, los acontecimientos de la semana pasada reforzaron que poner fin a la participación militar de Estados Unidos en Afganistán ahora era la decisión correcta”, declaró. “Las tropas estadounidenses no pueden ni deben luchar en una guerra y morir en una guerra que las fuerzas afganas no están dispuestas a luchar por sí mismas”.
El presidente también reiteró sus llamados al presidente afgano Ashraf Ghani y Abdullah Abdullah, presidente del Consejo Superior para la Reconciliación Nacional, para que se comprometan a poner fin a las guerras de la nación y abordar la corrupción a su paso.
“No hicieron nada de eso”, dijo.
The Independent ha solicitado comentarios a la Casa Blanca.