Historia de Javier Cappiello

La vida es con condiciones, y Ferrari es una de las marcas más exclusivas del mundo que no presenta ningún tipo de reparo en recordárselo a sus clientes. No basta solamente con tener más de 215.000 euros para tener un modelo de la gama del Cavallino Rampante, sino que la marca exige a sus clientes cinco requisitos que deben cumplir a raja tabla. De no garantizar algunos de ellos, no podrán conducir el que puede significar el coche de sus sueños.

Un hecho reciente lo protagoniza un comprador de Países Bajos, quien cuando tenía todo listo para recibirlo no ha podido recibirlo por no cumplir con alguno de estos principios. El modelo en cuestión es el Ferrari Purosangue, el SUV que solamente se ha vendido a una serie de clientes que los denominados VIP y TOP. A continuación, conoce cuáles son las 5 leyes religiosas a las que debes obedecer si deseas tener un Cavallino Rampante en tu garaje.

1- Los Ferrari son de color rosso, de ningún otro

Es verdad que existen varios modelos de la casa italiana de distintos colores, pero esto es una determinación de la misma marca. Obviamente, el color supremo gobernante es el famoso Rosso Ferrari, el cual ningún comprador puede modificarlo. Cada ejemplar tiene su tono definido y aprobados por el fabricante.

2- Debes tener un Ferrari al menos 12 meses

Es una condición fundamental que una persona conserve un Ferrari, al menos durante un año en propiedad. De no responder a esta norma impuesta por los de Maranello, puedes ser sancionado a través de la vía legal. Además, si la infringe puede tener prohibido de por vida no poder comprar un Cavallino Rampante.

3- Ferrari por sobre todas las cosas

Si el cliente desea cambiar el modelo o actualizarlo, primero debe ser ofrecido a un distribuidor oficial del fabricante italiano. Es otro de los principios sagrados que impone la marca y debe ser respetado de manera sagrada, y está determinado para todos los modelos.

4- Un Ferrari no puede ser objeto de presunción y vulgaridad

Cada Ferrari es una muestra de la excelencia automotriz. Por esta razón, su imagen debe ser cuidada y producto de presunción o algún tipo de vulgaridad de su comprador. Cometer este tipo de atrocidad puede implicar que la marca lo considere una falta de respeto.

5- El Cavallino Rampante no puede perder brillo

El emblema de Ferrari es un símbolo sagrado. Por ende, no puede ser reemplazado por nada que el comprador quiera sustituirlo. Debe ser uno de los aspectos más cuidados de la carrocería, sin importar el modelo del que se trate. Un Ferrari es una pieza única en el mundo, un coche que no cualquiera puede tener y que su obtención no responde solamente al dinero. ¿Estás de acuerdo con que sea así?

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