Los analistas más agoreros llevan meses pronosticando el pinchazo de la burbuja de la inteligencia artificial. Los más optimistas, por el contrario, dicen que la tecnología todavía está en sus inicios. Que es mucho el recorrido que le queda por delante. El gigante de los microprocesadores Nvidia se subió a la ola como ninguna otra compañía antes, hasta el punto de encaramarse a la primera posición en la lista de las empresas cotizadas más valiosas del mundo. Este lunes, sin embargo, su reinado parece de repente más endeble: la irrupción de la start up china DeepSeek y su versión de ChatGPT de bajo coste amenaza su modelo de negocio, basado en proveer de chips de última generación para IA a otras tecnológicas. Y los inversores huyen: sus acciones se derrumban en la apertura más de un 12%, en la mayor pérdida de capitalización bursátil o valor en Bolsa por parte de una compañía en un solo día: más de 400.000 millones de dólares (unos 380.000 millones de euros).

A la espera de que se confirme al cierre de la jornada, el récord negativo bate la anterior marca de Nvidia, del 3 de septiembre de 2024. Entonces se dejó 278.900 millones de dólares de valor en un solo día, tras presentar unos resultados que decepcionaron al mercado. El valor se recuperó con creces de ese desplome, y alcanzó su máximo histórico hace solo tres semanas, al cierre de la sesión del 6 de enero, cuando su cotización superaba los 149 dólares. Ahora, la inesperada entrada en juego de un competidor chino, y sobre todo, la idea de que las barreras de entrada a la industria de los chips de IA son más permeables de lo que se pensaba, ha hecho retroceder al valor por debajo de los 130 dólares, lo que la relega, a su vez, a la tercera posición de las cotizadas más valiosas, por detrás de Apple y Microsoft.

“La aparición de un enfoque potencialmente más eficiente en el procesamiento de la IA cuestiona la necesidad de los miles de millones de dólares de inversión previstos en infraestructura y propiedad intelectual”, sostiene Oliver Blackbourn, gestor de carteras en el equipo de Multiactivos de Janus Henderson. En su opinión, los mercados son especialmente vulnerables a una desbandada de inversores minoristas, que en los últimos tiempos se han lanzado a las Bolsas atraídos por las altas rentabilidades de los dos últimos años. “Al estar más expuestos que nunca a los mercados bursátiles, existe el peligro de que se produzcan bucles de retroalimentación negativos más amplios si se produce una pérdida de confianza”, auguran.

Lunes negro

El lunes negro para las Bolsas trasciende a Nvidia: las pérdidas de capitalización bursátil podrían acercarse este lunes al billón de dólares en el sector tecnológico. La espantada no es solo consecuencia de que la aparición de DeepSeek pueda suponer un punto de inflexión. Las elevadas valoraciones alcanzadas por los Siete Magníficos —Nvidia, Apple, Microsoft, Alphabet, Amazon, Meta, y Tesla— a lomos de la inteligencia artificial, todos ellos por encima del billón de dólares de capitalización —algo a lo que no se acerca, ni siquiera remotamente, ninguna empresa europea—, ha acelerado la recogida de beneficios.

¿Se recuperará Nvidia del bache esta vez? Si la historia se repite, la respuesta sería positiva, pero nadie descarta que una de las lecciones del fenómeno DeepSeek sea un redimensionamiento de las inversiones en infraestructuras de IA. Incluso puede pasar que optimistas y agoreros tengan razón a la vez y la IA sea una tecnología en ciernes, cargada de potencial, que simplemente ha empujado demasiado rápido hacia arriba a algunos de sus actores.

El País