Con la proyección de un mapa de 1607 que muestra el territorio del norte de México y de parte de Estados Unidos mezclados, la presidenta Claudia Sheinbaum, sin esperar a ser cuestionada por la prensa, ha propuesto nombrar nuevamente esa geografía conjunta como ‘América mexicana’: “¿Por qué no le llamamos ‘América mexicana’? Se oye bonito, ¿no? Desde 1607, la Constitución de Apatzingán era de América mexicana. Entonces, vamos a llamarle así”, dijo la mandataria, durante los primeros momentos de su conferencia de este miércoles. Sheinbaum, además, recordó que el golfo de México es reconocido y ha sido registrado como tal por instituciones internacionales.

“Yo creo que ayer, al presidente Trump, le mal informaron que en México todavía gobernaba Felipe Calderón y García Luna, pero no. En México gobierna el pueblo”, dijo Shienbaum, al terminar la exposición que dio comienzo a su comparecencia diaria ante los medios de comunicación. La mandataria ha decidido adelantarse a las preguntas que ya esperaba, después de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, propusiera el cambio del nombre del golfo de México para llamarlo “golfo de América”, en una conferencia de prensa este martes, desde su residencia de Mar-a-Lago, en Florida. Y en una clara intención de que el término aludiera a su país —al que sus ciudadanos suelen referirse como “América”— más que a un homenaje al continente.

“Qué nombre tan bello, y tan apropiado”, ha insistido el republicano sobre su propuesta, en una espiral de declaraciones expansionistas en las que ha apuntado también al canal de Panamá —sobre recuperar el control—, a su vecino Canadá —para considerarlo un Estado más de EE UU—, o a Groenlandia, con la propuesta de comprar ese territorio que pertenece a Dinamarca.

En un tono despreocupado e incluso con cierta ironía, Shienbaum ha pedido este miércoles a José Alfonso Suárez del Real, historiador y asesor político de la coordinación de comunicación, que explicara los orígenes del nombre del golfo de México, para responder a Trump: “Entre la Florida y Yucatán se reconoce al Golfo mexicano como un punto náutico fundamental para la navegación del siglo XVII en adelante. El nombre de ‘América mexicana’ existe antes de que el primer grupo de peregrinos llegara a poblar Virginia, es decir, a finales de 1607″, precisó Suárez del Real.

El golfo de México es una región marítima que forma parte del océano Atlántico. Se ubica al este del territorio mexicano, junto a los Estados de Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Campeche y Yucatán. En territorio estadunidense, el golfo moja las costas de Texas, Luisiana, Alabama, Misisipi y Florida; se ubica al noroeste de Cuba y al oeste de las Bahamas. México y Estados Unidos comparten acuerdos sobre los límites del territorio marítimo, para la navegación y las actividades económicas, en los 1,6 millones de kilómetros cuadrados de la superficie total de esa región.

La del cambio de nombre a “golfo de América”, es una más de las amenazas que Trump ha lanzado desde que ganó las elecciones en noviembre pasado, en contra de México, al que ha acusado nuevamente de estar “esencialmente” controlado por los cárteles de la droga y al que ha reiterado su amenaza de imponerle aranceles si el Gobierno de Sheinbaum no consigue detener de manera radical el tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos.

El regreso del republicano a la Casa Blanca anticipa una nueva cacería de grandes capos, la designación de los carteles como grupos terroristas y discursos exagerados que prometen el fin del tráfico de fentanilo y del crimen organizado. A pesar de que el alcance de las amenazas del presidente electo sigue siendo objeto de debate, los especialistas anticipan que los golpes de efecto van a ser recurrentes.

El País